"Revisaremos los principales riesgos críticos que nos pueden conducir a un accidente fatal y definiremos un sistema de control eficiente para cumplirlos", manifestó el presidente ejecutivo, Octavio Araneda, en un diálogo reflexivo que tuvo por objetivo mostrar la relevancia del liderazgo en terreno y el rol de los(as) supervisores(as) en el éxito de la implementación de la nueva Estrategia de Seguridad y Salud Ocupacional.

Para compartir sus experiencias sobre la importancia de la supervisión en terreno, Araneda conversó con dos jefes de turnos del Horno Flash de la Fundición de Chuquicamata.

Uno de ellos es Pedro Morales, quien manifestó que "para generar más adherencia al autocuidado, se debe partir por uno mismo y ser un modelo para el equipo. Le hemos enseñado a los(as) trabajadores(as) que hay que quererse más y que debemos sacar lecciones de lo que nos ha pasado para no volver a repetir los errores".

Respecto del liderazgo visible en terreno en un contexto de pandemia, José Ahumada, otro de los invitados, aseguró que "ha sido complicado este rol pues debemos aunar los esfuerzos para llegar a cada uno de los(as) trabajadores(as), conocer cómo están anímicamente para enfrentar su día laboral e implementar las exigentes normas para prevenir el Covid-19. Como líderes de grupo tenemos que predicar con el ejemplo. Nuestro objetivo es que lleguemos sanos y salvos a nuestras casas".

El presidente ejecutivo les agradeció a los jefes de turno sus testimonios e invitó a todos y todas a mantenerse entender y aplicar la nueva estrategia. "Si somos exitosos, podremos desterrar los accidentes graves y fatales de la Corporación. ¡Vamos a dejar todo en la cancha para lograrlo!", afirmó.

La actividad se realizó en Caletones y la Fundición Chuquicamata, y contó con la participación de los vicepresidentes de Operaciones, André Sougarret; de Funciones y Refinerías, José Sanhueza, y de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad, Renato Fernández.