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Vecinos de Requínoa emprenden gracias a la energía solar

La capacitación y construcción de deshidratadores de fruta solares reunió a mujeres con hijos discapacitados, quienes señalaron que gracias al taller podrán generar recursos adicionales para sus familias sin descuidar el hogar.

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15 vecinos de Requínoa participaron de la actividad, que tuvo una extensión de dos semanas.

En la escuela Berta Saavedra de Requínoa, un grupo de vecinos concluyó el curso para la creación de deshidratadores de frutas en base a energía solar, iniciativa financiada por División El Teniente que contó con 15 personas y tuvo una extensión de dos semanas (40 horas).

Los participantes, en su gran mayoría mujeres, pertenecen a familias con hijos discapacitados, por lo que lo aprendido en el taller les permitirá generar recursos económicos trabajando desde el hogar y pasar más tiempo con su familia.

Sergio Carstens, Director de Gestión Comunitaria de División El Teniente, compartió con los alumnos y destacó que desde hace cuatro años que la minera está desarrollando esfuerzos para dar a conocer las diferentes aplicaciones de la energía solar a la comunidad. “Este es el segundo año que llevamos a cabo este taller en Requínoa, lo que nos permite entregar las herramientas y el conocimiento para iniciar pequeños emprendimientos”, explicó.

Puntualizó que el objetivo es que el producto de este curso, el deshidratador, “sea utilizado provechosamente por ellos y que se transforme en un apoyo al emprendimiento”.

Javier Quintana, relator del curso, destacó el compromiso de los vecinos del sector. Explicó que “tuvimos asistencia completa, lo que es un buen referente sobre el interés de los participantes. Hay gente que tenía muchas dificultades para asistir a un curso de estas características, pero aún así se incorporaron a plenitud. El equipo que se conformó aquí es potente y que puede comenzar a proyectar nuevas ideas”.

Para Magaly Urzúa su paso por el curso “fue una experiencia muy provechosa. Soy madre de un hijo discapacitado y esto nos permitirá trabajar desde nuestra casa y no tendremos que dejar a nuestros hijos solos o encargados a alguien. Y aquí hay varias mamás que viven la misma situación”.

Añadió que “tenemos ya planificado cómo utilizar el deshidratador, ya sabemos cómo debemos tratar las frutas y verduras de forma correcta. De verdad, estamos muy contentas con todo lo aprendido”.

En tanto su compañera, Ana Soto, resaltó la unión que se generó al interior del grupo, ya que a pesar de que muchos de los participantes se conocían, no habían compartido mayormente. “Hemos afianzado los lazos entre nosotras y estamos pensando en una estrategia que nos permita sacar a todas el máximo provecho a estos deshidratadores”, comentó, enfatizando que en términos generales ese “fue un curso excelente”.