Colaboración con la rehabilitación de mujeres con adicciones

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Colaboración con la rehabilitación de mujeres con adicciones

Hasta la Comunidad Terapéutica “La Ruka”, en el sector de Lo Conti de la comuna de Rancagua en Región de O´Higgins, llegó la ayuda consistente en coches para bebés, un computador y utensilios para el hogar.


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Hasta la Comunidad Terapéutica “La Ruka”, en el sector de Lo Conti, llegó El Comité de Ayuda El Teniente, que integran los trabajadores de la División, para entregar su aporte a esta institución que se dedica a rehabilitar mujeres que sufren de adicciones al alcohol y las drogas, con la finalidad de reincorporarlas a la comunidad. 

Como dijo la Presidenta del Comité, Verónica Soto, “aquí se desarrolla una labor muy hermosa que es ayudar a estas personas a recuperarse de su adicción y a recuperar, en definitiva, sus vida, su familia. Por ello, estimamos importantes apoyarlas en esta tarea”. 

Por su parte, la Directora de “La Ruka”, Milena Barril, agradeció la entrega de coches para bebés, un computador y utensilios para el hogar como vasos, platos, tazones y pisos que le realizó la organización. “Lo recibimos felices, gozosos  con un gran agradecimiento porque no todas las personas tienen la sensibilidad de apoyar este tipo de iniciativas, de ayudar a personas que están en rehabilitación”. 

Testimonio

 

Y  las residentes de la comunidad terapéutica - donde viven 11 mujeres en régimen de internado y 8 en forma ambulatoria - también agradecieron la visita con su testimonio de vida. Angélica, de 31 años, les relató que llegó al lugar “desde el Hospital Regional con mi hijo recién  con nacido y siendo adicta a la pasta base y el alcohol. Desde entonces han pasado 10 meses y sé que cumpliré el año de internación acá y que saldré adelante por mi hijo que me hizo cambiar mucho y por el maravilloso equipo terapéutico que nos apoya. Sé que voy a recuperar a mi familia, ya que también tengo una hija de 12 años”. 

En “La Ruka” el proceso de rehabilitación incluye un año de internado en la comunidad y luego un año y medio de seguimiento, procesos que incluyen el monitoreo permanente con exámenes a las residentes, además del trabajo diario con un equipo multidisciplinario que integran psicólogo, asistente social y terapeuta ocupacional, entre otros.   

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