Para muchos de los trabajadores distinguidos, los 30 años de servicio se les pasaron, como describieron ellos, volando. Sin embargo, ninguno olvidó aquel instante en que la oportunidad de entrar a Chuquicamata llegó a comienzos de los años 80.

Tal fue el caso de Iris Rojas, técnico Paramédico del Servicio de Pediatría de del Hospital del Cobre. Nació en Chuquicamata e ingresó en 1982 a trabajar en el extinto Hospital Roy H. Glover tras terminar un curso de auxiliar paramédico. Para ella, recibir el añorado “Reloj de Oro” coronó una etapa marcada por sacrificio, esfuerzo y compromiso con la empresa y por sobre todo con su familia, continuando el legado que su padre inició trabajando en la División.

“Gracias a Dios todo lo que soy ahora es gracias a Codelco. Conocí a mi esposo en el hospital, tengo dos hijos en la universidad y tengo bonitos recuerdos y experiencias en lo laboral. Entregué mucho a mis pacientes, porque los 30 años trabajé con niños en Pediatría y la UCI y la mayor retribución es que aquellos niños aún me vienen a saludar”, comentó.

Como Iris, 158 personas vivieron en una noche llena de emociones, ya que la experiencia de cumplir 30 años en la empresa estatal más importante del país y en la División más emblemática de Codelco, es motivo de orgullo y agradecimiento por lo que han logrado gracias a su esfuerzo.

Ceremonia

La ceremonia estuvo encabezada por el gerente general, Juan Carlos Avendaño, quien destacó el compromiso de cada uno de los trabajadores reconocidos y a quienes también llamó a enfrentar los desafíos que tiene Chuquicamata a futuro.

“Hoy enfrentamos el cambio más importante de la carrera de la División, pasar de una mina a rajo abierto a subterránea, como también la puesta en marcha de nuevos proyectos. El esfuerzo y compromiso que han demostrado estos trabajadores nos incentiva a mirar el futuro de Chuquicamata con mucho optimismo. Creo mucho en la gente, en sus ejecutivos, profesionales y por supuesto en los trabajadores y en la fuerza que ellos tienen para sacar adelante estos grandes desafíos”, destacó el ejecutivo.

Premiados

Uno de los homenajeados fue Jaime Poblete, gerente de Mantenimiento y Servicios, quien además celebró su cumpleaños. El ejecutivo, oriundo de Concepción, llegó a Chuquicamata tras culminar sus estudios en la Universidad de la misma ciudad.

Fueron sus compañeros de universidad quienes le contaron de las oportunidades que se estaban presentando en estas tierras nortinas, lo que lo hace sentirse un chuquicamatino más.

“Cuando uno entra a esta División nunca piensa que va a estar tanto tiempo, pero para mí es un orgullo pertenecer a Codelco Chuquicamata. Estoy muy agradecido de esta empresa y ha sido mutuo, porque la empresa nos retribuye lo que uno le entrega. Las nuevas generaciones tienen que ayudar a desarrollar a este centro de trabajo. Los que queremos esta zona debemos apoyar a la empresa para que salgamos adelante y obtengamos los mejores resultados”, manifestó el ejecutivo.

Tres décadas en Codelco les permitió a algunos de crecer y desarrollarse profesionalmente. Así lo vivió el director de Codelco, Augusto González, oriundo de Río Hurtado, al interior de Ovalle, quien llegó a Chuquicamata el 1 febrero de 1983, tras culminar sus estudios de Ingeniería en Ejecución Mecánica de la Universidad de La Serena.

Trabajó cinco años como contratista y una vez que ingresó a la empresa estudió Ingeniería Civil Mecánica en la Universidad de Antofagasta. A partir de allí tuvo una carrera ascendente, incluyendo su paso por la dirigencia del Sindicato de Supervisores y de Cobreloa, hasta ocupar el cargo actual.

“Entré como mecánico general y la empresa me dio la posibilidad de sacar mi carrera. De ese primer cargo ahora tengo el alto honor de estar integrando el directorio de la Corporación en representación de los supervisores. Después de 30 años de labor ya he cumplido gran parte de mis metas, he entregado casi toda mi vida a la División y ésta me ha retribuido en muchos aspectos, por eso soy un agradecido de Codelco”, expresó González.

Una historia similar vivió José Barraza. Llegó desde Punitaqui a Calama en 1982 para hacer el Servicio Militar. Una vez terminada esa etapa se le presentó la oportunidad de entrar a la Fundición de Concentrado, donde estuvo 10 años, mismo periodo en que se desempeñó como dirigente sindical y luego en la Mina Chuquicamata.

Hace poco asumió el cargo de Ejecutivo de Negocios Senior de la Gerencia Recursos Humanos y cumplir 30 años en la empresa corona una etapa de esfuerzo al culminar sus estudios y poder desarrollarse profesionalmente en la División.

“Ha sido un trabajo importante de mucho sacrificio, con gran esfuerzo me recibí de Ingeniero Civil Industrial y, recientemente, un Magíster en Dirección de Recursos Humanos, una ardua tarea para aportar a la empresa de todos los chilenos y que muchos de nosotros la llevamos en nuestro corazón. Cumplir 30 años marca una generación en que conocimos con muchos amigos y que nos encontramos ahora en esta especial ocasión”, expresó Barraza.

Sin duda una noche llena de emociones que sólo sus protagonistas pueden describir. Todos compartieron y celebraron este logro con sus familias, quienes también son el pilar fundamental para alcanzar el oro por tres décadas dedicadas al cobre.