Trabajadoras de Chuquicamata también celebraron

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Trabajadoras de Chuquicamata también celebraron

Tanto en Calama como en la Casa Matriz de Codelco, representantes de la División más emblemática de la Corporación disfrutaron de una jornada muy especial


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Conmemoración del Día Internacional de la Mujer de la División Chuquicamata.

Con un desayuno y un reconocimiento a la importante labor que realizan, Codelco Chuquicamata homenajeó a las damas que son parte de la División en el Día Internacional de la Mujer.

La actividad, que se desarrolló en el salón Recrea Tu Vida, se replicó de manera simultánea en cada una de las divisiones de Codelco y tuvo como sentido especial resaltar el protagonismo alcanzado por las mujeres, tanto en la empresa como en el país.

El evento central, desarrollado en la Casa Matriz, fue encabezado por la subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer, Jessica Mualim; el presidente del Directorio de Codelco, Gerardo Jofré y el presidente ejecutivo, Diego Hernández, quien compartió con trabajadoras destacadas y que fueron invitadas para dar mayor realce a esta jornada tan especial.

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Lisset Hormazábal, Jessica Mualim, Isabel Anabalón, Karina Escobar, Diego Hernández y Sergio Molina, gerente Sustentabilidad y Asuntos Externos.

En el caso de Chuquicamata, las damas invitadas fueron Lisset Hormazábal Castro, ingeniera jefe de la Planta Moblibdeno de la Gerencia Concentración; Isabel Anabalón, operadora de maquinaria pesada de la Gerencia Mina y Karina Escobar, asistente de Mantenimiento del Área Servicios Bodega de Sala de Máquinas de la Superintendencia Refinerías, quienes fueron vistas por sus compañeras a través de una video conferencia.

Justamente ellas, las trabajadoras destacadas de la División Chuquicamata, relataron sus historias de vida.

“Mi familia decía que era trabajo de hombres”

Así recuerda Isabel Anabalón, operadora de maquinaria pesada de la Gerencia Mina de la División Chuquicamata, cuando dio a conocer su deseo de conducir equipos de alto tonelaje. A Chuquicamata entró hace cuatro años, pero antes de pertenecer a la empresa, esta mujer sola con dos hijos, tuvo que hacerse cargo de la casa.

A los 40 años decidió estudiar, por lo que comenzó con un curso de maquinaria pesada en un instituto en Antofagasta, que le permitió trabajar como operadora de chancado en una empresa de áridos en la misma ciudad. Siguió estudiando para obtener licencia como operadora de equipo minero a pesar de que su familia se oponía a la idea.“Pelaba papas durante la noche, limpiaba cabinas telefónicas, cuidaba a niños y ancianos, todo para juntar dinero para sus estudios. Cuando quedé sola, comencé a valorarme como persona, a dignificarme para sacar adelante a mis hijos”, expresó Isabel.

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“Las oportunidades no llegaban. Empapelé Calama y Antofagasta con currículums y, por otra parte, mi familia me decía que dejara el tema de lado, que ésas eran pegas de hombre, pero yo no escuché", manifestó la operadora.

Hasta que la oportunidad llegó cuando la llamaron junto a otras tres mujeres a Chuquicamata y comenzó a trabajar operando tractores neumáticos enla Mina Sur.Su desempeño hizo que dos años después condujera los gigantes camiones de extracción en el yacimiento de Chuquicamata.

"Me siento satisfecha, contenta con mis logros y orgullosa de mí misma. Me costó mucho superar los prejuicios de la gente. Espero seguir avanzado y alcanzar nuevos desafíos, como operar palas de extracción. Las mujeres tenemos la misma capacidad y condición que cualquier hombre. Hoy, afortunadamente, los mitos ya se derribaron y lograr los sueños sólo depende de nosotras", comentó.

“A los hombres les cuesta más adaptarse a nosotras”

Karina Escobar es asistente de Mantenimiento del Área Servicios Bodega de Sala de Máquinas de la Superintendencia Refinerías. Antes de firmar estuvo cuatro años en una empresa contratista donde adquirió la experiencia y conocimiento que le permitieron postular al cargo que hoy desempeña.

La Asistente de Mantenimiento recuerda que a su llegada no fue tan difícil adecuarse a trabajar con hombres. “Como en esta área nunca hubo mujeres en terreno, a los hombres les costó adaptarse a compartir con mujeres, tanto que tuvieron que modificar su vocabulario. Pero hasta hoy los compañeros han sido colaboradores, me apoyan y tengo muy buena relación con ellos”, comentó.

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Su familia la compone su pareja y su hija de 6 años, por lo que firmar el contrato indefinido le dio la tranquilidad que por tanto tiempo buscó, gracias a su constancia y a las ganas de destacarse en su labor. Aunque también compatibilizar los tiempos entre el hogar y el trabajo no ha sido fácil. Aún así, Karina tiene como desafío seguir avanzando y especializándose. 

“Siempre existe la inquietud de superarse para lograr un cargo más importante. Me gusta mucho mi trabajo, pero si puedo adquirir nuevos conocimientos para alcanzar metas más altas, obviamente no desaprovecharía la oportunidad. Nosotros podemos hacer las mismas cosas que realizan los hombres, quizá de una forma diferente, pero si tenemos las ganas de hacerlas bien no habrá duda que a futuro podremos equipararnos con ellos”, expresó.

“Codelco ha sido mi escuela”

Lissette Hormazábal Castro, es ingeniero Jefe de la Planta Moblibdeno de la Gerencia Concentración.Tiene 29 años, es casada y tiene dos hijas. Ingresó a la empresa hace 4 años a través del programa “Graduados”, que recluta jóvenes talentos en el ámbito geominerometalúrgico, aunque antes había hecho su práctica y realizó su memoria tras estudiar Ingeniería Civil Química.

“Cuando entré a la empresa lo hice como aprendiz, luego me desarrollé como metalurgista de turno. Pasé por el área de Control Metalúrgico de Procesos hasta que en noviembre del año pasado tuve la oportunidad de postular a mi cargo actual”, comentó.

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Esta joven profesional valora la experiencia que ha adquirido en Chuquicamata, lo que le ha permitido desarrollar su carrera y con ello continuar perfeccionándose.

“Agradezco la posibilidad que la empresa me entrega, porque siento que no hay diferencias en término de oportunidades y ha sido una experiencia fortalecedora en el ámbito profesional y personal. Trabajar con gente a cargo requiere mucha responsabilidad, pero esto también me ha permitido lograr mis metas. Codelco ha sido una gran base y escuela”, expresó Karina.

El hecho de ser mujer no ha sido impedimento para destacarse en su trabajo. Considera que la inserción laboral de su género en la industria minera tiene oportunidades y beneficios, ya que “tenemos una mirada distinta en términos laborales que nos permite lograr resultados similares a los que lograría un hombre”, comentó.