Una jornada llena de emociones fue la que se vivió en la conmemoración del aniversario 97 de Chuquicamata. Más de 10 mil personas llegaron hasta el campamento para celebrar un nuevo cumpleaños del lugar donde muchos nacieron, se criaron y formaron sus familias.

En la Plaza Los Héroes se congregó la multitud para presenciar el desfile, encabezado por el Ex Regimiento de Ingenieros N°1 Atacama y los colegios emblemáticos del mineral. Así también lo hicieron los ex vecinos, quienes emocionados y contentos, no quisieron estar ausentes en la actividad. La nostalgia invadió los corazones de quienes volvieron a recorrer lo que algún día fueron sus hogares.

“Son 97 años que estamos celebrando en Chuquicamata, aportando al desarrollo y crecimiento de nuestro país, pero también formando parte de miles de familias, muchas de ellas han querido estar presentes para compartir y recordar esos lindos momentos que pasaron en sus vidas”, expresó Sergio Molina, gerente Sustentabilidad y Asuntos Externos de la División.

El gobernador de la Provincia de El Loa, Luis Garrido, destacó la importancia que tiene el capamento para quienes nacieron allí. “Es muy lindo que la gente recuerde sus raíces. Mi señora es nacida y criada en Chuquicamata, así que para mí es un doble orgullo venir a celebrar estos 97 años”, comentó.

Reconocimiento

Un especial reconocimiento fue el que se entregó a quien fue párroco por 23 años de la Iglesia El Salvador, el padre Enrique Olivé, quien fue distinguido por la destacada labor social y religiosa en el campamento.

“Ésta era una parroquia en que realmente uno se sentía bien y acogido por los vecinos. Estuve desde el año 84 hasta cuando cerró el campamento y tuvimos que bajar”, recordó el sacerdote.

Vecinos

Reencuentros, lágrimas, risas y largas conversaciones fueron la tónica de quienes compartieron por años en el Campamento. Muchos de ellos están lejos de estas tierras, pero no quisieron estar ausentes en esta fecha especial.

Es el caso de Alex Bolados, ex trabajador de la División, quien radicado en Curicó, viajó especialmente para celebrar a Chuquicamata. “Desde que me fui, es la segunda vez que vengo a Chuquicamata y es una emoción muy grande, porque nací y me crié aquí. Reencontrarme con antiguas amistades de hace 40 años fue algo espectacular”, expresó.

Luis Cortés es suplementero desde los 8 años de edad, actividad que ejerce hasta hoy enla Puerta 2 del mineral, manteniendo así el estrecho vínculo con el Campamento.

“Mi mamá es de Licantén y mi papá de Ovalle, pero mis hermanos y yo nacimos y nos criamos acá. Mi abuelo trabajó en la empresa y fue una de las víctimas del polvorazo del 5 de septiembre de 1957. Sigo trabajando en Chuquicamata, en la puerta 2 para no perder las raíces”, expresó Luis.

97 años cumplió Chuquicamata y quienes participaron de la fiesta recordaron las penas y alegrías vividas en la zona. Ahora las casas abandonadas y edificios vacíos, seguirán siendo testigos silenciosos del progreso y la producción de la mina más importante de Codelco.