Desde niño, Yamir Ortiz soñaba con participar en una competencia tan exigente como el Dakar, pero la falta de recursos impedía concretar este anhelo. Sin embargo, éste se cumplió a fines del 2012 cuando su padre, trabajador de la División Chuquicamata, recibió el bono al culminar la negociación colectiva.

Sin pensarlo dos veces, casi el 80% del dinero se invirtió para acondicionar la moto en la que hoy Yamir, con 21 años de edad, representa a Chile y Calama en la versión 2013 del Dakar, hecho que lo tiene contento y orgulloso de su familia, por la ayuda que le ha brindado.

“Estoy feliz de compartir con grandes pilotos de esta prueba. El “Chaleco” (Francisco) López me ha apoyado mucho y me ha dado bueno consejos. Me dijo que soy “aperrado” y que soy un ídolo para él. Me siento orgulloso de escuchar eso de una persona como él, que tiene una larga trayectoria”, expresó.

Yamir es uno de los pilotos más jóvenes de la competencia. Al llegar a Calama sintió una fuerte emoción por arribar a su tierra y ser recibido por su familia y muchas personas que reconocieron la hazaña que está realizando.

“Cuando venía llegando vi Chuquicamata y sentí una emoción muy grande, porque es la tierra donde nací. Que me reciba tanta gente es un premio tremendo, porque es reconocer el esfuerzo de mi familia para ayudarme a cumplir la meta que nos propusimos y espero no defraudarlos”, manifestó emocionado.

Santiago es su meta

El Dakar 2013 comenzó el 5 de enero en Perú, y hasta ahora Yamir no ha tenido dificultades. Él corre solo en esta competencia, por lo que el cuidado de la moto es lo primordial para alcanzar la meta.

“Logré llegar a Calama y todavía me queda llegar hasta Santiago y sé que lo vamos a lograr. Espero tener auspiciadores el próximo año, porque la moto es estándar y no puedo correr mucho, porque ante cualquier movimiento me puedo caer. Cualquier error lo pagas caro, por eso tengo que cuidarla”, explicó.

Aún quedan 9 nueve días para que el Dakar 2013 culmine frente al Palacio de La Moneda en Santiago, lo que para Yamir es su gran objetivo.

“Espero a futuro comenzar a competir por lugares, pero para este año el objetivo es sólo llegar a la meta. Le agradezco a mi familia que se ha esforzado mucho para que yo viva el sueño que tuve desde niño y me ha apoyado en un 100%”, destacó el piloto.

Ayuda de su padre

Yamir no habría podido estar en esta versión del Dakar sin la ayuda y gestión de su padre, Miguel Ortiz, quien también es piloto y comparte el amor por las motos con su hijo.

"Mi hijo empezó por un incentivo mío, ya que a los 8 años le compré su primera moto. A mí siempre me han gustado y de hecho yo iba a participar en este Dakar, pero como la plata alcanzaba sólo para una inscripción le di la oportunidad a Yamir para que lo hiciera", expresó el padre.

El joven piloto inició su preparación para el rally con una moto que le compró su padre, sin embargo, "ésta no le servía para la competencia por la cilindrada. Tuvimos que venderla y el dinero nos alcanzó para pagar la primera parte de la inscripción y con el bono de Codelco le compré la moto con la que ahora está corriendo y que yo preparé con lo que aprendí trabajando en otras áreas de la División", dijo Miguel.

Aunque parezca contradictorio, el dinero no ha sido suficiente para que Yamir corra en mejores condiciones, dado que él mismo es quien realiza la mantención de la moto al finalizar las etapas.

"Tener asistencia técnica significaba pagar 11 millones de pesos más, dinero que uno no tiene. Los otros pilotos, con más recursos, entregan la moto a los mecánicos y se la tienen lista al otro día. En cambio Yamir llega, hace la mantención de la moto completa. Si tiene tiempo come o duerme y si no sigue al otro día corriendo igual", destacó el trabajador.

Si bien lo sigue desde Lima, Miguel explicó que no ha podido compartir con su hijo por el restringido acceso a los campamentos, sólo se conforma verlo desde lejos y se queda tranquilo. Aún así está orgulloso con la destacada participación que ha tenido Yamir, quien hasta ahora no ha sufrido ningún percance.

"En las condiciones que él corre es destacable, ya que ha demostrado que con pocos recursos se puede dar la pelea. Es su pasión y su sueño y por eso me siento orgulloso, como toda la familia. Además ha recibido toda la ayuda de los demás pilotos chilenos, no lo han dejado solo, porque han visto las condiciones en las que él está participando, de hecho le pusieron el "Kamikaze", porque nadie se atreve a correr como él lo está haciendo ahora.", manifestó Miguel.