Abrazos, carcajadas, anécdotas y lágrimas de profunda emoción, fueron la tónica de una jornada que quedará en la memoria de 374 ex trabajadores que se acogieron al plan de egreso voluntario durante el año 2013 y que anoche fueron homenajeados por la División Chuquicamata. Además, los ex funcionarios que cumplieron 25 años al momento del retiro recibieron el reloj de oro, mayor reconocimiento para quienes entregaron gran parte de su vida a la División.

En la ceremonia estuvo presente toda la plana ejecutiva divisional, encabezada por el gerente general, Juan Carlos Avendaño, quien en un emotivo discurso agradeció a los trabajadores por la dedicación y gran entrega que tuvieron mientras se desempeñaron en Chuquicamata.

Avendaño también destacó que trabajar en Chuquicamata es más que prestar servicios a la empresa más importante del país, puesto que también involucra a la familia, hijos y haber vivido momentos inolvidables en el ex campamento.

“Es muy grato ver que aún cuando ya no están en la empresa, se preocupan, se emocionan y se identifican con la División. Además, para muchos recibir el reloj de oro es muy importante. Esta es una ceremonia muy preciada y que vamos a mantenerla, porque es el reconocimiento a una vida de trabajo, a una trayectoria”, destacó Juan Carlos Avendaño.

El Gerente General subrayó además la entrega demostrada durante su permanencia en la empresa, situación que motiva aún más para hacer un reconocimiento como este. “Toda mi gratitud por esa gran entrega, por los años en Chuquicamata. Los invito para que a partir de este nuevo momento de sus vidas, se transforme en tiempos para cumplir metas y sueños que muchas veces son postergados, además de disfrutar de la familia y el descanso. Eso es lo que entrega el plan de egreso”, dijo.

Misión cumplida

Los ex trabajadores y trabajadoras llegaron acompañados de sus esposas, hijos o maridos, quienes también fueron parte de esta emotiva ceremonia llena de símbolos y encuentros de compañeros que por años compartieron el día a día en sus áreas laborales.

Oscar Esquivel, trabajó 42 años en la Refinería. Ahí además de desempeñarse como operador de maquinaria pesada, durante 23 años fue parte del Comité Paritario, lo que no sólo le dejó grandes enseñanzas, sino que además creció como persona. “Cuando apareció la posibilidad de este egreso decidí tomarlo para capitalizar todo lo que logré en los años que trabajé en Chuqui. Mi idea era irme para pasarlo bien el tiempo que queda. Ya entregué mucho y ahora hay que disfrutar. Por eso me decidí por el egreso”, explicó.

Una experiencia distinta fue la vivida por Yanko Krstulovic Brown, quien se desempeñó como inspector de inspecciones técnicas en la Gerencia de Mantenimiento y Servicios, quien hoy está en un año sabático, pero dispuesto a emprender nuevos desafíos. “Estoy muy agradecido de Chuquicamata y de pertenecer a esta gran familia. Tomé la decisión de irme porque creo era el momento. Estoy muy agradecido por todo lo que me dio Codelco. Este año descasaré, pero el próximo veré qué hago. Tengo 55 años y tengo que reinventarme para buscar nuevos horizontes. La escuela que deja Codelco es una gran base para salir adelante”, destacó el ex trabajador.

Historias como la de estas personas se repiten, puesto que la mayor parte de los ex trabajadores sienten que cumplieron un ciclo en la división y hoy se proyectan con nuevos desafíos y cumplir los sueños postergados.