Ex habitantes llegaron hasta el campamento para revivir las costumbres navideñas que marcaron su infancia
Reunir a las familias mineras entorno a las tradiciones que marcaron la Navidad en el campamento, fue el propósito que tuvo Codelco Chuquicamata para reabrir las puertas del poblado y ofrecer un lugar de reencuentro para vecinos y amigos que forjaron lazos que se mantienen hasta el día de hoy, y que quedó demostrado con la visita de más de 6 mil personas.
Muchos emigraron hacia otras regiones, otros se instalaron en Calama, pero todos tienen en común los recuerdos que marcaron su infancia en esta época del año, en que las familias se unen para celebrar el nacimiento del Niño Jesús y que gracias a esta iniciativa pudieron revivirlas junto a las nuevas generaciones.
Sin duda, uno de los mayores atractivos fue el pesebre de la Plaza de Chuquicamata, que antaño llamaba la atención por tener animales de verdad para dar un toque más realista. La última vez que se armó fue en 2006 y en esta ocasión no dejó indiferentes a los visitantes, quienes celebraron la instancia.
“Se siente mucha emoción y es muy nostálgico volver al pueblo, ya que es primera vez que se hace el pesebre desde que se cerró. Por eso fui a buscar a mi papá, que fue toda la vida chuquicamatino, y está emocionado de volver a verlo, porque es igual a como era antes”, expresó Raúl Araya, trabajador de la Gerencia Concentradora.
La nostalgia de los ex chuquicamatinos marcó la jornada, quienes al tener una nueva oportunidad para visitar el campamento, no dudaron en volver a la tierra que los vio nacer y crecer.
“Se siente nostalgia y pena, porque si bien es cierto es un pequeño pueblo significa mucho. Acá nacieron mis hijos, se bautizaron, crecieron y formé mi familia. Entonces cada vez que lo abren vengo, porque para nosotros es muy importante”, expresó Amanda Vargas, ex chuquicamatina.
El árbol de Navidad también revivió enla Plaza, como los villancicos que se escuchaban desdela Parroquia ElSalvador, pero sin duda quien completó este mágico marco navideño fue la visita del viejito pascuero, quien en su mítico carro llenó de alegría las calles del mineral.
Oración
Una de las actividades que marcó la jornada fue la oración que se realizó en el frontis de la parroquia y que estuvo dirigida por el sacerdote Enrique Olivé, emblemática figura de Chuquicamata quien por más de 25 años estuvo a cargo de la iglesia del campamento.
“Yo creo que para cualquier persona volver al lugar donde nació es muy importante, porque es revivir todo lo que uno ha experimentado en este lugar. Es también un motivo especial poder reencontrarnos, y sobre todo como ahora en navidad y con motivo de tener este pesebre que es una tradición para los chuquicamatinos y recuerdo importante para lo que era este día", expresó el sacerdote.
La iniciativa de reabrir las puertas del campamento en estas fechas especiales fue del gerente general de la División, Juan Carlos Avendaño, para que las familias tuvieran un lugar de reencuentro con su historia.
“Este es un acontecimiento importante, dado que desde que se cerró el campamento es la primera vez que abrimos las puertas de Chuquicamata. Quisimos dar la oportunidad a las familias de que tuvieran un lugar de reencuentro con sus raíces y con sus vecinos y amigos con quienes se organizaron, por muchos años, para adornar las calles y vivir la Navidad en conjunto”, comentó la máxima autoridad divisional.
Sin duda ésta será una ocasión que miles de chuquicamatinos aprovecharán para reencontrarse con sus recuerdos. Un regalo de Navidad que gracias a Codelco Chuquicamata jamás olvidarán.