Cuenta la leyenda que un hombre encontró en el sector de Los Chacayes la cruz más antigua de la zona. No tuvo claro cuál era su origen, pero sí supo que se trataba de una señal divina. Una señal que el baile religioso de La Cruz de Mayo de esa localidad, denominado como patrimonio inmaterial del Valle de Aconcagua por la Unesco, se encarga de mantener viva.

Hace más de 200 años, a la altura del kilómetro 16 del Camino Internacional, los tambores, flautas y cantos del baile chino del sector comienzan a resonar en el quinto mes del año. De esa tradición centenaria son protagonistas dos trabajadores de Codelco: los hermanos Víctor y Héctor Honorato Urtubia, quienes a través de este ritual propician ­su comunión con Dios y el acercamiento a sus raíces culturales.

Mineros integran la agrupación La Cruz de Mayo de Los Chacayes.

Junto a sus familias (una de las precursoras de esta expresión), ambos forman parte de la agrupación hace 30 años. “Esta es una fiesta religiosa que te gusta cuando la vez por primera vez y nosotros somos el único baile de Los Chacayes. Por eso, todos los años recibimos gente de otras partes de Chile y del mundo que vienen a disfrutar de esta actividad transversal a toda la comunidad”, comenta Víctor, hoy tamborero del ritual religioso y actual operador especialista de la Mina Subterránea.

Nacidos de los mineros

Los bailes chinos surgieron en los tiempos de la colonia entre los mineros del norte chico, como un ritual de agradecimiento a la virgen. Desde hace más de dos siglos, sin embargo, también se han asentado en la zona central. La agrupación de La Cruz de Mayo de Los Chacayes es la única danza religiosa de la provincia de Los Andes reconocida por la Unesco como patrimonio inmaterial, una denominación que releva su contribución a la sobrevivencia de la memoria y el acervo cultural de los pueblos.

La danza posee instrumentistas musicales, bailarines y cantores. Con una vestimenta perfectamente entallada en sus participantes y una fe inquebrantable, el grupo se reúne el primer fin de semana de mayo para agradecer a Dios y a la virgen. En su primera noche de festejo, los protagonistas son los cantores a lo divino. En el último fin de semana del mes, los “chinos” ofrendan su baile a la Cruz de Mayo en una procesión seguida por más de 200 peregrinos.

Héctor dice sentirse gratificado de hacer perdurar en el tiempo una tradición milenaria. “Uno siente que está aportando a la cultura popular. Es algo tan propio de la zona, de Los Chacayes, que debemos cuidarlo. Siento que ya es parte de la identidad del Valle y de nuestro país”, resume el supervisor de primera línea de la Unidad de Hundimiento.