El cobre es mucho más que un buen transmisor eléctrico. El desarrollo tecnológico y la investigación han abierto interesantes posibilidades al tradicional uso del metal, desarrolladas de la mano de la búsqueda de nuevas aplicaciones y con ello de atractivos y novedosos mercados.

Desde que en febrero del 2008, la US Environmental Protection Agency, EPA,   reconociera y aprobara el registro de más de 270 aleaciones de cobre como bactericidas, se han multiplicado las investigaciones en esta áreas y los resultados han sido más que satisfactorios. El cobre es el primer metal utilizable en superficies de contacto sólidas sobre el cual recae este reconocimiento.

En nuestro país, experiencias como la cobreización de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Roberto del Río, la experiencia en la estación Santiago Bueras del Metro o la fabricación de herraduras son las más recientes y quizás las de mayor impacto en el mediano y corto plazo.

Las Infecciones Asociadas en Atenciones de Salud (IAAS) o que comúnmente se conocen como infecciones intrahospitalarias, son un flagelo a nivel mundial, sin excepción.

En Estados Unidos, por ejemplo, representan la cuarta principal causa de muerte después de las enfermedades cardíacas, cáncer y accidentes vasculares, con un costo cercano a los 45 mil millones de dólares al año.

En tanto, en Chile, se sabe que, en promedio, estas enfermedades prolongan en 10 días la estada del paciente en el hospital, lo que supone grandes costos para las personas y para el sistema de salud, pérdidas de días laborales y un impacto en la vida familiar.