Nueva norma de residuos líquidos: Por aguas más limpias

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Nueva norma de residuos líquidos: Por aguas más limpias

«La nueva norma sobre descarga de residuos industriales líquidos (RILes) a cauces de agua superficial, busca prevenir la contaminación de las aguas marinas y continentales, estableciendo la concentración máxima de contaminantes para dichas descargas. La norma entró en vigencia a partir de este 3 de septiembre; sin embargo, todas las Divisiones de Codelco desde el primer trimestre de este año, identificaron y clasificaron sus RILes, para luego confeccionar un catastro y presentar un plan preliminar que privilegiara su minimización.».

CODELCO PROPONE
Codelco ha propuesto a las autoridades una serie de simplificaciones en cuanto a la frecuencia y amplitud de los monitoreos que, sin atentar contra la efectiva aplicación de la norma, podría facilitar la tarea de los organismos fiscalizadores y reducir los costos a las empresas fiscalizadas. Asi, por ejemplo, la Corporación propuso disminuir la frecuencia de análisis físico-químico de los parámetros con obligatoriedad de medirse, pero que no presentan variabilidad durante el año y no sobrepasan la norma.Imagen foto_01


La “norma de emisión de contaminantes asociados a las descargas de residuos líquidos a aguas marinas y continentales superficiales” establece un período de cinco años -hasta septiembre del 2006- para que las empresas que generan RILes cumplan con todas las disposiciones allí establecidas.
En el período desde que la nueva norma se publicó en el diario oficial, en marzo de este año, hasta su entrada en vigencia, en septiembre, las Divisiones de Codelco realizaron un catastro de sus RILes, que consideró una caracterización físico-química y medición del caudal para determinar las descargas que deberían someterse a la norma.


El nuevo escenario normativo supone inversiones en infraestructura y capacitación de personal para la manipulación y análisis técnico autorizado por los servicios. Así, División El Teniente deberá invertir sólo en medición de caudal y monitoreo hidroquímico, 226 mil dólares anuales. Ello, sin contar con los equipos portátiles con registro para monitoreos puntuales; caudalímetros con registro diario; pH-metro y registrador continuo cuando corresponde; dispositivos especiales para mediciones más complejas, preservación de las muestras y remuestreos en caso de que se excedan los límites normados.


El Teniente identificó 61 RILes, de los cuales 24 son fuentes emisoras y, por lo tanto, se regirán por la norma. Además, realizó un plan preliminar que consideró –en el contexto de los derechos de aprovechamiento de agua disponibles-, la eliminación de algunos RILes, minimización de otros, reutilización y/o recirculación, de manera de gestionar, controlar y monitorearlos de manera óptima. “Ello porque hay algunas prácticas operacionales que pueden modificarse o mejorarse, para minimizar el número de descargas que las Divisiones están vertiendo a cauces de aguas superficiales”, explica Maritza Abarca, experta medioambiental de la Gerencia de Medio Ambiente.


Por su parte, División Andina determinó 13 fuentes emisoras y 5 descargas aún por clasificar. Estas últimas se regirán o no por la nueva norma, dependiendo de la capacidad de dilución del cuerpo receptor, que depende además de su contenido natural (valor que deberá proporcionar la Dirección General de Aguas, DGA).
Andina descarga sus aguas al río Blanco que junto con el río Juncal forman el río Aconcagua, que alimenta toda la cuenca del Aconcagua y donde existen regantes asociados, como la Asociación Gremial de Agricultores del Aconcagua.

Por ello, Andina mantiene desde hace varios años un programa de observaciones estadísticas que sin una norma específica que rigiera a todas, medía una serie de parámetros físico-químicos de la cuenca del río Blanco, a través de 38 estaciones. Las muestras que se toman de algunas descargas se realizan junto con un ministro de fe (Carabineros) y se informa a las autoridades pertinentes.


Las divisiones Andina y El Teniente son las más adelantadas respecto de la norma, ya que podrían tener un mayor impacto sobre la agricultura. El Teniente descarga las aguas provenientes del tranque de relaves al estero Carén y éste, as su vez, alimenta al lago Rapel, que tiene vida acuática y donde se practican deportes marítimos. También se riegan los cultivos experimentales de la Hacienda Loncha y la Estación Bandurrias, con resultados científicos altamente satisfactorios.


La División Chuquicamata, por su lado, tiene descargas eventuales al Salar del Indio, pero no vierte a aguas de curso superficial, como, por ejemplo, al río Loa. La División Radomiro Tomic no tiene descargas líquidas a un curso de agua superficial, por lo que no se deberá regirse por esta norma.


La norma define qué son RILes, qué se entiende por fuente emisora y, básicamente, regula la calidad de los contaminantes que se vierten a un cauce de agua superficial. Así, define como fuente emisora al establecimiento que luego de un proceso, actividad o servicio, descarga RILes a un cuerpo de agua superficial con niveles en la Carga Contaminante Media Diaria, CCMD, o Valor Característico, VC, que sobrepasan en al menos un parámetro, a los parámetros definidos en la norma. Las fuentes que emitan un CCMD o VC igual o inferior a los valores establecidos, no son fuentes emisoras, por lo que no están sujetas a la norma.


Las fuentes existentes deberán caracterizar todos sus RILes mediante procedimientos de medición y control establecidos en la norma y en un plazo de cinco años deberán cumplir con los límites máximos establecidos, exceptuando aquellas fuentes emisoras que hayan comprometido con la autoridad otros plazos.