El mural, que corresponde al vigésimo segundo MetroArte, fue instalado en uno de los andenes de dicha estación y sus dimensiones son de 24 metros de largo por 3 metros de alto.

El mural de Elisa Aguirre resultó ganador del concurso realizado en junio de 2005 por Codelco, donde participaron destacados artistas nacionales. La elección estuvo determinada por la forma en que la escultora recogió el proceso del trabajo del cobre e incorporó dentro de la obra las láminas electrolíticas de cobre (LEC).

La lámina LEC es el primer producto final realizado por Codelco. Consiste en láminas de 950 mm por 950 mm, con espesores de 0,5, que surgen del proceso de recuperación de cobre vía lixiviación y luego son sometidas a electroobtención. La lámina es una plancha con 99,98% de cobre y cuya presentación opaca la hace distinta a las existentes en el mercado.

La obra

En el mural de Elisa Aguirre se destacan tres zonas, que expresan la versatilidad y fuerza de la producción de cobre: el extremo izquierdo está formado por cañones de planchas LEC, que a través de luces y sombras incorporan volumen; el centro se caracteriza por la ondulación orgánica de la superficie, la que representa la textura de la geografía de donde se extrae el cobre. Finalmente, el extremo derecho está conformado por una gran plancha de cobre perforada, donde emergen púas de cobre con rigor matemático. La obra fue dividida en más de diez partes para ser montada en la estación.