El cobre y la buena Salud

El cobre y la buena Salud

Los seres humanos necesitamos ingerir cobre, ya que éste se combina con ciertas proteínas para producir enzimas que realizan una serie de funciones fisiológicas.

Algunas enzimas participan en proporcionar la energía requerida por reacciones bioquímicas. Otras en la transformación de melanina para la pigmentación de la piel y otras en la estructuración de redes de colágeno y elastina de tejidos conectivos. Esto último es fundamental para el corazón y las arterias. Algunas investigaciones sugieren que la deficiencia de cobre es uno de los factores que contribuye a aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria.

Suficiente cobre
Hasta hace poco tiempo se pensaba que la mayoría de las personas consumían cantidades adecuadas; sin embargo, estudios recientes han demostrado que no es así. En el Reino Unido y Estados Unidos, por ejemplo, se ha analizado el contenido de cobre de las comidas típicas. Según un estudio reciente, sólo un 25% de la población estadounidense consume al día la cantidad de cobre estimada adecuada por la Food and Nutrition Board de la Academia Nacional de Ciencias. Las dietas típicas de los EEUU proporcionan apenas la mitad de esa cantidad y en algunos países industrializados las dietas contienen menos del 40% de lo recomendado. En el Reino Unido, ahora se recomienda que la ingesta diaria debe variar entre 0,4 mg/día para niños de 1 a 3 años y 1,2 mg/día para adultos.

Demasiado cobre
Según la Organización Mundial de la Salud y la Food and Agricultural Administration, la ingesta promedio de cobre no debe exceder los 12 mg/día para hombres adultos y los 10 mg/ día para mujeres. Las personas que padecen de cirrosis infantil India o enfermedades hereditarias como la Enfermedad de Wilson, retienen cantidades excesivas de cobre en el cuerpo y sufren de daño hepático, a veces con consecuencias fatales. Los síntomas de la intoxicación aguda con cobre incluyen náuseas, vómitos y dolores abdominales y musculares. El cobre corporal en exceso puede ser removido por medio de agentes quelantes específicos (sustancias químicas que pueden absorber otras sustancias, como el cobre, y que luego se eliminan por la orina) o por consumo de niveles altos de zinc. El envenenamiento agudo con cobre es un evento de rara ocurrencia, restringido a consumo accidental de soluciones de nitrato o sulfato de cobre, las que deberían guardarse en un lugar seguro en los hogares. Estas sales, al igual que las sales orgánicas de cobre, son inductores poderosos de vómitos (eméticos) y dosis altas accidentales son generalmente rechazadas por esa vía.