El cobre y la Buena Salud

El cobre y la Buena Salud

En el agua
El uso de tuberías de cobre reduce la presencia de elementos patógenos presentes en el agua potable, pues no permite el crecimiento de microorganismos. Varios experimentos llevados a cabo para estudiar el comportamiento de virus y bacterias, como la polio, legionella, pseudomonas fruorecens, basillus subtilis, entre otros, confirman la propiedad antimicrobiana del metal rojo.
En todos los casos, el cobre inhibió el crecimiento de nuevas colonias y redujo la presencia de los virus o bacterias en algunos casos hasta el 100%.

Generalmente, el agua potable está libre de elementos patógenos, pero es posible que virus, bacterias, hongos y parásitos se desarrollen en los sistemas públicos. Las tuberías de cobre son entonces una eficaz protección contra la presencia de estos organismos y la posibilidad de alguna enfermedad.

El cobre no es un material poroso de manera que protege el agua de la contaminación por otros agentes.

En arquitectura
En la arquitectura hospitalaria se recomienda el uso de herrajes de bronce en puertas y escaleras (manijas, tiradores y pasamanos). El bronce, siendo una aleación de cobre, ayuda a la reducir la propagación de organismos patógenos. También es recomendable el uso de cobre o sus aleaciones (bronce, latón y plata alemana) en la arquitectura interior de edificios de alto tráfico, como el metro, instituciones públicas, museos, hoteles, restaurantes, entre otros, -en pasamanos, tiradores, manijas y mesones de atención-.

En medicina
Está comprobado que el cobre es un elemento indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo y que su carencia puede acarrear problemas de salud, que pueden llegar a ser muy graves. Ello porque cuando esta ausencia es generalizada produce la enfermedad de Menkes.
La enfermedad de Menkes se caracteriza por la falta de enzimas que permiten la absorción del cobre y su transporte al interior de la célula, lo que ocasiona la muerte prematura a las personas, dada la carencia de cobre en su organismo.

Para tratar esta última enfermedad, recientemente se han desarrollado en Australia, con el patrocinio de la Industria Mundial del Cobre, avances espectaculares en la terapia génica. Esto nos hacen abrigar esperanzas de contar con un remedio en los próximos años.