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Rodrigo García, operador experto Ferrocarril Mina Esmeralda: “Entré aquí a los 19 años, sin expectativas, y hoy El Teniente me lo ha dado todo”

Podría catalogarse como una tradición o herencia familiar, porque que Rodrigo García se desempeñe como operador experto en el ferrocarril de la Mina Esmeralda, en la División El Teniente, parece no ser casualidad.

“Mi bisabuelo fue ferroviario en Sewell. Mi abuelo fue palanquero y maquinista del tren Rancagua – Sewell. Mi padre, Ambrosio, también fue palanquero en el trayecto de Coya a Rancagua y después trabajó en la mina. Yo seguí esta continuidad familiar como ferrocarrilero”, cuenta.

¿De qué se trata tu trabajo?

Soy despachador de los trenes que transportan el mineral. Me desempeño tanto en el Centro Integrado de Operaciones, en Rancagua, como en el repetidor que tenemos en la sala de despacho en interior mina.

Aquí ocupamos cuatro trenes, con doce carros de 50 toneladas, que trasladan el mineral desde estaciones intermedias hasta las de vaciado. El ritmo es intenso: coordinaciones de mantención, control de trenes, ver el personal de cambio de vía que está en terreno, coordinar también las “quemadas”, que son las explosiones que realizamos para que los buzones sigan con capacidad de vaciado. Además, controlamos camiones de 60 toneladas para la explotación del sector norte de Esmeralda. 

Finalmente, la acción de despachar es parecida a la de un controlador de aviones. En un aeropuerto, los aviones despegan y aterrizan previa consulta al controlador en la torre de control. Acá es lo mismo, pero con el ferrocarril, que transporta el mineral. Todas las coordinaciones de tráfico se hacen a través del despachador. 

¿Cómo llegaste a El Teniente?

Llegué en 1986, como alumno en práctica a la planta concentradora en Colón. Cumplí ya 36 años en la División El Teniente. Terminé los seis meses como estudiante y postulé para entrar a lo que en esos años llamaban los ‘jornaleros’. Tenía 19 años cuando ingresé a la mina, mi primera postura en la mina fue en el sector 4 Norte, donde estuve como tres meses hasta que me enviaron para el Ferrocarril, en el 5 Norte. Así tuve la experiencia de conocer la minería.

En los 90 empecé a hacer el curso para operar LHD (cargadores frontales) y trabajé en una mina nueva en esos años, que se llamaba Quebrada Teniente, donde aprendí más del ferrocarril y me fui por esa especialización, porque siempre me interesó y me gustó, además que vengo de familia ferroviaria. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? 

La interacción con los compañeros. La comunicación hoy es buena, nos entendemos muy bien, eso hace que todos hagan su trabajo como corresponde, de acuerdo con los procedimientos y seguridad y eso permite un clima laboral favorable para que las cosas salgan bien.

¿Cómo describirías todos estos años que llevas en El Teniente?

Cuando entré, recién estaban haciendo pruebas con los primeros computadores para comenzar a automatizar algunas áreas. Andábamos con la pala al hombro, se hacían cargas en forma manual y nosotros entrábamos a limpiar el sector para dejar liberadas las vías de los trenes. Hoy existen equipos que nos permiten limpiar de forma mecánica los sectores y operamos con trenes autónomos.

En estos años, he tenido la dicha de que la administración me haya dado las oportunidades para llegar donde estoy. Me apasiona trabajar acá. El Teniente es todo en mi vida, porque entré a los 19 años, sin expectativas, era un cabro chico, flacuchento, y vi la inmensidad de la mina con todos los equipos de esa época y la cantidad de personas que nos recibieron de buena manera. El Teniente me ha dado todo y también gracias a ese esfuerzo y el de él, mi hijo pudo estudiar, entonces me siento orgulloso de pertenecer a esta Corporación.

¿Qué significa para ti trabajar en una empresa como Codelco, que entrega sus excedentes a todos los chilenos y chilenas?

Me siento orgulloso de pertenecer a esta empresa. A título personal, siempre digo que hemos tratado de hacer las cosas bien. Nuestra producción, nuestra empresa aporta a Chile y su futuro, a las nuevas generaciones y de manera limpia, con una administración enfocada en la sustentabilidad y eso se nota.