Desde el inicio de su operación en 2015, el sistema –que evita que aguas naturales que tienen contacto con sectores mineralizados lleguen directamente al caudal del río– ha contribuido a seguir avanzando hacia una operación sustentable.
Andina ha puesto en el centro de su gestión operacional y ambiental el manejo del recurso hídrico, reforzando –a través de una serie de proyectos de mejoramiento– el uso sustentable del agua en sus procesos productivos. Desde el 2010 a la fecha, la División ha invertido alrededor de US$ 400 millones en obras que buscan asegurar una operación capaz de convivir armónicamente con el entorno.
Según recalca el gerente general de Andina, Alejandro Cuadra, "hoy no es posible el desarrollo minero si no es con un cumplimiento estricto a la leyes que nos regulan, con un uso eficiente de los recursos y un profundo respeto por el medioambiente y las comunidades. La actividad minera está cambiando, y en Andina nuestra principal preocupación es proteger el río Blanco y desarrollar una minería de alto estándar".
Uno de estos avances es el término de la etapa Barroso del Proyecto Tratamiento de Aguas de Drenaje Acido (TADA), que refuerza la captura y manejo de aguas mineralizadas para su tratamiento y posterior ingreso a proceso. También, evita que aguas naturales entren en contacto con sectores mineralizados, siendo devueltas al río Blanco bajo las instalaciones mineras. La iniciativa, puesta en marcha durante este mes, tuvo una inversión de US$35 millones.
“Estamos implementando proyectos que tienen como objetivo la protección del medio ambiente en la minería, construyendo una infraestructura que nos permita abordar el futuro con operaciones impecables”, afirma Jorge Sanhueza, gerente de Sustentabilidad y Asuntos Externos de la División.
Mejoras históricas en río Aconcagua
Actualmente, Andina utiliza el equivalente a solo un 3% del caudal promedio de los últimos diez años del río Aconcagua y, gracias a la implementación de una serie de acciones –entre las que además se cuentan nuevos drenajes de depósitos, plataformas de conducción y túneles de desvío de aguas– redujo en más de un 90% las concentraciones históricas de cobre en el afluente. Una meta a la que la Planta HDS Cordillera contribuye desde 2015.
El funcionamiento de esta infraestructura permite la captura de aguas mineralizadas para luego ser enviadas a un proceso de neutralización y clarificación. El agua tratada se recircula a la Planta Concentradora, con lo cual se mantienen las condiciones naturales de calidad en las aguas del río Blanco y se disminuye la extracción de agua fresca para los procesos.
Con la implementación de la planta, Andina es pionera en Codelco en el uso de la tecnología de lodos de alta densidad para el tratamiento de aguas de contacto.
“Nuestro compromiso es no tener ningún tipo de descarte de agua mineralizada al río y tratar el 100% de agua que ingresa a la planta, lo que hasta ahora hemos podido cumplir con creces”, asegura el jefe de Operaciones Hídricas, Gianfranco Gambaro. Los trabajadores de operación han internalizado estos avances y aseguran que su labor tiene como uno de sus focos principales el cuidado del entorno. "Nuestra conciencia es cuidar el agua y que no haya incidentes", comenta el operador Ronald Leiva.