Se probó efecto bactericida del cobre en Hospital de Codelco Norte

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Se probó efecto bactericida del cobre en Hospital de Codelco Norte

Durante el III Encuentro Informativo del Cobre, organizado por la Asociación Internacional del Cobre (ICA), se presentaron los primeros resultados del proyecto piloto en el Hospital del Cobre, demostrando 97% de efectividad en la reducción de la carga bacteriana en superficies de contacto críticas, que fueron cobreizadas en las salas UCI.

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Foto 1: Hospital, va sin pie de foto.
Foto 2: Una de las tres salas UCI del Hospital del Cobre, que muestra las zonas que fueron recubiertas con láminas de cobre.
Foto 3: Proceso de cobreización.

Luego de 10 meses de investigación, se presentaron los primeros resultados del proyecto piloto que está midiendo el efecto bactericida del metal rojo en salas de cuidado intensivo del Hospital del Cobre Dr. Salvador Allende, de Codelco, ubicado en Calama. “Las conclusiones preliminares son auspiciosas: todas las salas UCI cobreizadas presentaron sobre un 85% de reducción de bacterias,” señaló el doctor Marco Crestto, subdirector del Hospital del Cobre durante su presentación en el III Encuentro Informativo de Cobre, llevado a cabo del 18 al 20 de noviembre en Puerto Varas, X Región. El facultativo añadió que “las puertas para nuevas aplicaciones industriales del cobre están abiertas.”

 

Los resultados son alentadores y deben ser confirmados y oficializados en el próximo Congreso Mundial de Infecciones Intrahospitalarias, que se realizará en marzo de 2010 en Estados Unidos.

 

La mitad de las salas (UCI) del Hospital del Cobre Salvador Allende fueron acondicionadas con aplicaciones de cobre en las superficies de alto impacto y con objetos y utensilios del metal, como barandas de camas, palancas para operar las barandas, apoya brazos de sillas, mesas, portasueros y lápiz para ingresar información del paciente en el monitor,áreas conocidas por su alta contaminación.

 

Para supervisar los protocolos de medición y al equipo médico que llevó a cabo este estudio, el doctor Michael Schmidt, PhD y subdirector del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad Médica de Carolina del Sur, visitó las dependencias hace algunos meses para realizar una capacitación.

 

Crestto señaló que este proyecto en Chile es parte de un estudio multicéntrico, impulsado por la ICA en 3 centros de salud ubicados en Estados Unidos, el que es complementado por otros estudios llevados a cabo en Inglaterra, Alemania y Japón, siguiendo protocolos diferentes,.

Para concretar esta iniciativa en Chile, Codelco, la International Copper Association (ICA), InnovaChile de Corfo y UNTEC, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, unieron esfuerzos y financiamiento para realizar el proyecto de desarrollo de una plataforma de conocimiento y capacidades locales para la creación de nuevos productos que utilicen la propiedad antimicrobiana del cobre, que ahora cuenta con la totalidad del financiamiento para sus 5 etapas, por $580 millones de pesos.

 

Primer metal bactericida del mundo


En febrero de 2008, la U.S. Environmental Protection Agency (EPA) aprobó el registro de 275 aleaciones de cobre, reconociendo su propiedad bactericida, específicamente para uso en superficies de contacto con aplicaciones en salud pública.

 

Como resultado de estas pruebas, el cobre fue certificado como un metal con treconocidas propiedades benéficas para combatir la reproducción de agentes patógenos en superficies de contacto.

 

“El cobre se transforma así en el primer metal que cuenta con la certificación de esta propiedad, que el acero inoxidable de amplio uso en hospitales, ha demostrado no tener. Este registro es un hito importante que, al reducir significativamente la carga bacteriana, impactará positivamente en incrementarlas condiciones de asepsia en hospitales, contribuyendo a mejorar la calidad ambiental para los pacientes en ellos. También ayuda a la reducción de contaminación cruzada en procesos alimentarios,” sostiene Hernán Sierralta, director de Comunicaciones de la International Copper Association, organismo mundial que promueve los usos y beneficios del cobre. Añade Sierralta que “el metal rojo debiera estar presente en quirófanos, restaurantes y sistemas de aire acondicionado”.

 

La cantidad de bacterias, su reproducción y transferencia, de un lugar a otro, por la vía de la manipulación, podrían ser drásticamente reducicidas con el uso de superficies de contacto de cobre o aleaciones de cobre, lo que disminuye a su vez, la probabilidadde sufrir infecciones causadas por estas bacterias, generando complicaciones de alto costo para pacientes y hospitales que se estima puede costar al país cerca de US$ 70 millones cada año.

 

El microbiólogo Guillermo Figueroa explicó la propiedad bactericida del cobre. “Este metal fue descubierto hace unos 5 mil años AC, como antimicrobiano. No en vano el metal fue utilizado en etapas tempranas de la civilización por egipcios, griegos, romanos y aztecas para curar heridas o tratar el agua para su consumo”, destacó.

 

La misma naturaleza parece reflejar algo de su rápida acción. Así como está presente en la corteza terrestre en sólo 68 ppm, hoy se ha descubierto que bastan bajas concentraciones del metal en una superficie de contacto para que éste ejerza sus propiedades antimicrobianas.

 

No obstante, sus mecanismos de acción son complejos y variados. Parte del secreto está en la propiedad que tiene el cobre para donar y aceptar electrones”, señala Guillermo Figueroa, investigador del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.

 

El científico los resume: por un lado, explica que el cobre es capaz de alterar la integridad de las membranas celulares de los microorganismos, causando oxidación y, por tanto, daños en los componentes grasos de su estructura. Ante este evento, en las membranas de los microbios se produce fuga de nutrientes y muerte de las células.

 

Por otra parte, el investigador indica que el metal se liga a proteínas que los microorganismos requieren para su funcionamiento y, al hacerlo, inhiben o alteran la fabricación de las mismas. La tercera vía es todavía más determinante. El cobre modifica el ADN de los microorganismos y, en consecuencia, ellos pierden su capacidad de multiplicarse.

 

Lo interesante es que todas acciones sólo afectan a microbios en contacto con superficies de cobre o sus aleaciones. En la piel humana o las vías respiratorias, la absorción del metal es casi nula.