Cuando tenía 18 años, Ricardo Armijo conoció la Planta Sewell de Codelco División El Teniente. “Estuve seis meses en la molienda y me gustó mucho el proceso de obtención del cobre”, recuerda. Durante ese período realizó su práctica profesional y luego estuvo algunos años en empresas contratistas. Hoy, se desempeña como mantenedor mecánico en la Planta de Molienda Convencional.
¿De qué se trata tu trabajo?
Nosotros nos dedicamos a la mantención mecánica de los equipos: bombas de ciclones, molinos, para que se mantengan en funcionamiento.
Tenemos un programa semanal, que se entrega todos los viernes, que nos guía en las labores que tenemos que realizar día a día. En el caso de las rutas programadas, están las lubricaciones, mantenimientos, cambios de repuestos, correas transportadoras, en sí, todos los equipos que trasladan el mineral hacia su destino final, que en este caso es el molino.
Nos coordinamos con la jefatura, si necesitamos apoyo, lo pedimos a otras plantas, pero todo lo hacemos en base al procedimiento que indica el paso a paso de todas las tareas que vamos a realizar: cantidad de personas, bloqueo de equipos, desenergizar, etcétera. Nosotros somos los ejecutores y encargados de dar mantenimiento al equipo, pero detrás también hay diferentes personas que interactúan, es un trabajo conjunto.
¿Qué mensaje de seguridad le entregarías a las y los trabajadores de El Teniente?
En lo personal, y lo que veo en mi equipo de trabajo, es que siempre nos han inculcado la seguridad y que eso es lo más importante. Seguridad primero, después producción. Detrás de nosotros hay familias, detrás de cada colega, de cada amigo, hay personas que los esperan llegar a su casa, que quieren pasar tiempo con ellos.
Me siento orgulloso de pertenecer a este gran grupo de trabajadores y les digo que sigamos haciendo las cosas bien. Si yo me cuido y mi compañero se cuida, vamos a ir por el buen camino.
¿Cómo y cuándo llegaste a la División?
Entré a los 18 años, a hacer mi práctica profesional a la Planta de Sewell. Estuve seis meses ahí en la molienda y me gustó el proceso de la obtención del cobre, me llamó mucho la atención. Después estuve en un par de empresas contratistas unos años y vi una postulación para Codelco. Pasaron algunos meses y me llamaron para hacer los exámenes y aquí estoy.
¿Qué sientes que le ha entregado El Teniente a tu vida?
Estoy agradecido del tiempo que llevo acá, por la consideración que me han tenido como profesional. Eso es lo que hace crecer como persona, conocer a la gente, tratarnos como familia. Que este sea tu segundo hogar es importante, pasamos muchas horas de nuestras vidas acá, por eso nuestros compañeros ya son familia.
¿Qué significa para ti trabajar en Codelco, empresa que entrega sus excedentes a todos los chilenos y chilenas?
Me siento orgulloso de pertenecer a la Corporación, una gran corporación a nivel mundial que me ha entregado mucho en lo profesional. Ahora, por ejemplo, estoy estudiando. Y quizás desde fuera no se ve el gran aporte que realiza Codelco al país, pero nosotros lo vivimos aquí dentro.