Codelco-Sernageomin: Acción ambiental conjunta

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Codelco-Sernageomin: Acción ambiental conjunta

Instalaciones en desuso en la División Salvador sirvieron de base para un estudio del Sernageomín para determinar la existencia de pasivos ambientales mineros, lo que permitió, además, elaborar una metodología sobre evaluación de riesgos.

 

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Durante cinco meses, el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) y del Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Alemania (BGR) estuvieron trabajando en diversos sitios e instalaciones en desuso de División Salvador, con el objetivo de realizar una evaluación en torno a los pasivos ambientales mineros existentes en la zona.

 

La actividad, que formó parte de un convenio de cooperación entre Codelco y el Sernageomín, dio como fruto un estudio, cuyo informe se presentó esta semana a ejecutivos de División Salvador y al área de Sustentabilidad de la Corporación.

 

El documento entrega lineamientos generales en torno a lo que Sernageomin considera como pasivos ambientales mineros, su evaluación y la prefactibilidad de remediar dichas situaciones.

Este estudio es de gran importancia para División Salvador, “nosotros vamos a transitar por un proceso de cierre en que tenemos que hacer las cosas bien, porque queremos ser una ventana hacia el futuro. Vamos a sacar provecho de este informe, porque es una buena oportunidad para capitalizar esta investigación,” señaló el gerente general de Salvador, Jaime Rojas.

 

Un tema país


La actividad de análisis se centró en la antigua planta Las Cascadas, que operó hasta fines de la década de los 80 y está ubicada a dos kilómetros al este del campamento de Llanta, dentro de la quebrada del río Salado. Se trata de una antigua zanja de conducción de relaves desde la concentradora de El Salvador en la que existen restos de estructuras, fundaciones de hormigón y remanentes de relaves en una extensión de casi 15 hectáreas.

El estudio subrayó la importancia de contar con un adecuado marco jurídico, técnico e institucional que aborde la tarea de remediar faenas mineras abandonadas o paralizadas.

 

En este sentido, el director nacional del Sernageomin, Alejandro Vio, dijo que “este convenio nos ayuda a abordar el tema a nivel país y a hacernos cargo de las minas abandonadas desde el punto de vista sustentable”. Añadió que “este es un catastro que nos ayuda a estar preparados para cuando salga la ley de pasivos ambientales y, desde esa perspectiva, el objetivo del convenio se cumplió”.

El convenio permitió elaborar una metodología específica sobre evaluación de riesgos, ya que un punto central para dilucidar si una faena abandonada constituye o no un pasivo ambiental minero y está dado por el tipo de riesgos significativos existentes en la zona.

 

“Entre las metas planteadas por este proyecto está la de crear una capacidad técnica en el país para la remediación de pasivos ambientales mineros, disponer de instrumentos y procedimientos necesarios, como por ejemplo un anteproyecto de Ley de Remediación de estos pasivos, e iniciar el proceso de remediación de un pasivo ambiental minero piloto”, precisó Cecilia Adasme, jefa del Departamento de Ingeniería y Gestión Ambiental del Sernageomin.

 

Seguridad


De acuerdo al trabajo realizado, la antigua planta Las Cascada fue considerada como un pasivo ambiental minero, por lo que las partes acordaron la elaboración de un estudio de prefactibilidad para la remediación, con apoyo de un consultor.

 

Para el director del Ámbito Sustentabilidad de Salvador, Ernesto Ortíz, una faena minera abandonada es motivo de gran preocupación corporativa, por los evidentes y múltiples riesgos que implican a la seguridad de las personas. “Las posibilidades son tan variadas que pueden ir desde caídas a distinto nivel, pasando por derrumbes de estructuras,” subrayó.

 

En la misma línea, Sandra Riquelme, gerenta corporativa de Sustentabilidad, señaló que el trabajo realizado por los profesionales del Sernageomin “es una oportunidad para avanzar en áreas más seguras para nuestros vecinos y trabajadores.”

 

De acuerdo al Sernageomin, una faena minera “abandonada y/o paralizada” es aquella que su dueño hace dejación “con el ánimo de desprenderse del dominio de la misma o bien se encuentra detenida, por cualquier causa, sea temporal o definitiva, excluyendo las detenciones por razones operacionales, de mantención u otras habituales en una faena minera en operación”. En tanto, el pasivo ambiental minero es aquella faena “abandonada o paralizada, incluyendo sus residuos, que constituye un riesgo significativo para la salud o seguridad de las personas o para el medio ambiente”.