Convenio Ambiental Conaf -El Teniente: Una alianza que apoya el desarrollo sustentable

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Convenio Ambiental Conaf -El Teniente: Una alianza que apoya el desarrollo sustentable

Imagen foto_01Fueron hombres visionarios los que en 1983 firmaron el primer convenio de forestación, protección y mejoramiento ambiental.

Hoy los resultados están a la vista: cerca de tres mil hectáreas plantadas con más de tres millones de árboles, en su mayoría nativos, además de un Centro de Difusión Ambiental y un permanente trabajo con la comunidad.

Miles son los trabajadores de División El Teniente que diariamente transitan por la Carretera El Cobre desde Rancagua hasta las instalaciones donde se efectúan las labores mineras. Ellos son testigos satisfechos de cómo el entorno de esta ruta ha ido cambiando, reverdeciéndose hasta llegar a constituirse en un paisaje digno de las mejores postales. Proteger esta carretera, así como hacer más agradable su entorno impactado por su construcción fue uno de los primeros objetivos que se planteó el Convenio Ambiental entre Codelco-Chile División El Teniente y Conaf hace ya 25 años. Y se ha cumplido con creces. Su visión de largo plazo y la anticipación a las actuales exigencias ambientales hacen que este acuerdo no tenga comparación en el ámbito nacional. Más de tres mil 200 hectáreas plantadas con más de tres millones de árboles son algunos de los logros que puede exhibir durante existencia.

Si bien una de las labores principales del convenio es la forestación, su trabajo ha contribuido a producir un paulatino cambio de mentalidad y compromiso con el ambiente, logrando sensibilizar a la comunidad en general y en particular a los trabajadores de El Teniente. Esto ha alcanzado hasta Codelco en pleno y así, a fines de 1999, se firmó un convenio marco que ha permitido que el resto de sus divisiones se incorpore, en sus respectivas regiones, en esta cruzada de protección ambiental.

Unidos a la comunidad

El trabajo con la comunidad también ha dado sus frutos, es así como se trabaja codo a codo con municipalidades, juntas de vecinos, colegios, entre otras entidades.

Una de las formas de llegar a ellos es a través del programa de forestación comunitaria, llamado Forestemos la Región, por medio del cual se entregan plantas, especialmente nativas, a los vecinos y se efectúa una capacitación para su cuidado. Más de 75 mil árboles hoy reverdecen plazas y calles de la Región.

Aprendiendo a cuidar nuestro patrimonio

Provistos de cuaderno, lápiz y muchas preguntas llegan alumnos de distintos establecimientos de la Región al Centro de Difusión Ambiental de Hacienda Cauquenes, donde visitan el vivero y se enteran del trabajo que realiza el Convenio El Teniente Conaf.

Los visitantes son en su mayoría estudiantes de entre quinto y octavo básico, que vienen de comunas como Machalí, Doñihue y Graneros. La idea es que ellos a través de charlas, juegos y actividades puedan comprender cómo contribuir al cuidado ambiental.

Pero las visitas son sólo una parte del trabajo que se ha realizado con colegios, para ello se ha producido material didáctico como videos, fichas educativas sobre especies nativas y revistas. Esto con el fin de que las futuras generaciones puedan comprender el esfuerzo realizado por instituciones como Conaf y Codelco para cuidar nuestro patrimonio natural.

Caminos de la conservación

Los caminos que han seguido El Teniente y CONAF para defender nuestra flora nativa son varios. En primer término tiene un vivero forestal, que es de los más grandes en cuanto a producción de plantas nativas del país. Esto ha permitido reforestar en terrenos divisionales 948 hectáreas en el área de la alta cordillera con diversas especies autóctonas como el ciprés de la cordillera, el muchi, el frangel, entre otras y además, propagar en el vivero muchas de estas especies que antes sólo se reproducían en forma natural. Esto último ha implicado un esfuerzo de investigación y ensayos, pues en algunos casos no existían antecedentes de cómo reproducirlas. Tal es el caso de la palma chilena y la recientemente descubierta avellanita.

Ello se une a la entrega en comodato de terrenos a CONAF para crear la “Roblería del Cobre de Loncha”, declarada Reserva Nacional en 1996, por la presencia de especies endémicas de flora y fauna catalogadas como vulnerables, como peumos, boldos, quillayes, hualos y palmas chilenas. Además de diversa variedad de aves como codornices, diucas, loicas, tordos, zorzales, perdices, peucos, queltehues, cóndores y animales como conejos, coipos y zorros culpeos.

Esta es la forma en que División El Teniente, junto a su socia, CONAF han querido hacer realidad el concepto de desarrollo sustentable.