A la fecha los inventarios de cobre almacenados en las Bolsas de Metales de Londres, Comex y Shanghai se han reducido a menos de 800.000 toneladas. Se han cumplido así las condiciones fijadas por el Directorio de la Corporación para iniciar el proceso de liquidación de dicho stock.

La decisión fue dada a conocer este 7 de enero por el Presidente Ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, quien estimó que la venta de las 200 mil toneladas entregará utilidades a la Corporación por U$ 150 millones. Ingresos que se reflejarán en los balances de los años 2004 y 2005.

##La venta se realizará gradualmente, intentando no generar un impacto en el mercado, que afecte el precio del cobre##, dijo Juan Villarzú.

Al decidir la constitución de este stock estratégico, Codelco buscaba evitar que siguieran aumentando los ya elevados inventarios en las Bolsas de Metales, dado su efecto depresivo en el mercado.

##Aunque en algún momento esta decisión fue criticada por algunos sectores, finalmente se demostró que fue muy bien recibida por los mercados##, agregó el Presidente Ejecutivo.

Esta iniciativa, sumada a los recortes de producción efectuados por otras empresas, impactó favorablemente el comportamiento de los inventarios en las Bolsas. La disminución de los mismos se acentuó como consecuencia de la aceleración de la economía mundial, activándose una recuperación del precio que ha superado con largueza los pronósticos más optimistas.

El efecto del mayor precio ya se reflejó en los resultados del año 2003: Codelco y la industria obtuvieron mayores ingresos por ventas y utilidades que las esperadas. Además, Codelco obtendrá una utilidad extraordinaria al vender las 200.160 toneladas de cobre fino en stock a un precio significativamente superior al prevaleciente al momento en que éstas se produjeron.

La experiencia de estos últimos años muestra que la política de ##oferta responsable## es la mejor alternativa para asegurar un desarrollo estable de la industria. En lo principal, ella implica producir u ofrecer cobre al mercado sólo para satisfacer necesidades efectivas de los consumidores y sólo invertir en proyectos que garanticen una adecuada rentabilidad para los accionistas durante toda la vida de la inversión, incluso en los períodos de precios bajos.