Las mejoras en infraestructura, que se estrenaron con el inicio de los cursos, buscan proyectar a la institución como un referente del patrimonio cultural, al fortalecer la formación de talentos mediante becas laborales financiadas con excedentes de capacitación de Codelco.
Gracias a un esfuerzo conjunto entre Codelco División El Teniente y la Corporación Pro O’Higgins partió un nuevo ciclo académico en la Escuela de Orfebres de Coya con importantes mejoras en su infraestructura. La ceremonia de bienvenida que marcó oficialmente el comienzo del año educativo se realizó con la presencia de una veintena de estudiantes del curso de Orfebrería Básica.
Los resultados de esta renovación buscan proyectar este espacio como un referente del patrimonio cultural y un motor para el desarrollo local. Las obras impulsadas por la cuprífera incluyeron la renovación del cielo, piso, pintura e instalaciones eléctricas del recinto.
Cristian Sanhueza, director de Desarrollo Comunitario de El Teniente, detalló que “es un orgullo dar el inicio a un nuevo ciclo, esta vez en un espacio renovado gracias a mejoras que hemos impulsado con convicción, porque creemos que fortalecer la educación y el desarrollo del capital humano es clave para proyectar el talento local y aportar al futuro de la comunidad”.
El gerente de la Corporación Pro O’Higgins, Braulio Guzmán, planteó que “comenzamos las clases del curso básico en un espacio renovado, con las mejoras que Codelco impulsó en el recinto. Ahora contamos con un lugar más confortable, donde se han reparado los pisos y la techumbre”.
Durante este año, más de 50 estudiantes serán parte de los cursos de Orfebrería Básica, Avanzada y Joyería. La formación de las y los estudiantes son financiadas por los excedentes de capacitación de Codelco División El Teniente y otorgadas a través de Becas Laborales Sence, en colaboración con la organización Pro O’Higgins.
Denis Célèry, director de la escuela, explicó que “cada vez que comienza un curso es un desafío interesante y atractivo. Iniciar las clases en una escuela renovada lo hace aún más significativo. Esta renovación no solo transforma el espacio en un lugar inspirador; sino que es un incentivo para seguir creciendo y mejorando”.
Juan José Ursic, estudiante de Orfebrería Básica y vecino de Termas de Cauquenes, contó que “tenía mucha expectativa con este taller, era un sueño. La infraestructura es alucinante. Así es que eso le da un sostén y una fortaleza y convicción de que esta es una esta escuela de gran calidad”.
Por su parte, María Elizabeth Pérez, de Rancagua, relató que “siempre tuve la inquietud de aprender orfebrería porque me encanta trabajar con las manos. Afortunadamente pasé los procesos de preselección y estoy aquí. Es maravilloso. Todo está en perfectas condiciones, la sala de trabajo siempre limpia, ordenada y cuenta con todo lo que necesitamos para comenzar".
La escuela fue creada en 2001 como una iniciativa impulsada por una alianza público-privada con el objetivo de generar una oferta atractiva de artesanía en cobre. Durante el último año, el espacio se ha consolidado como parte del patrimonio de Coya, sumándose a espacios emblemáticos que conforman un circuito de interés para las visitas patrimoniales.