● Ubicada en la ex población Enami, la plazuela Félix Sanfuentes cuenta con escaños, adoquines y palmetas construidas con silicato de hierro, más conocido como escoria de cobre, producto originado en el procesamiento del metal rojo. ● La iniciativa forma parte de la Estrategia de Reconversión y Reutilización Sustentable de la Escoria de Codelco Ventanas, que contempla seis proyectos similares en Quintero y Puchuncaví.
Mireya Ahumada llegó a vivir en la década de los 80 al sector conocido como población Enami de Quintero. Como muchas familias, lo hizo porque su marido entraría a trabajar a la Fundición Ventanas. Desde esa época que “siempre teníamos la aspiración de tener una placita infantil”, cuenta la actual presidenta de la Junta de Vecinos Félix Sanfuentes.
Como líder de su organización, la histórica dirigenta tuvo un rol protagónico en la inauguración de la nueva plazuela Félix Sanfuentes realizada la tarde de ayer en Quintero. En la ceremonia aprovechó de señalar que “estamos recuperando un espacio donde antes no había nada, sólo un montón de tierra, mejorando el entorno y la calidad de vida de las personas”.
Uno de los elementos novedosos de esta iniciativa es que, además de los juegos infantiles, luminarias solares y un paisajismo con flora nativa, considera escaños, fachaletas para muros, adoquines y palmetas construidas con la denominada escoria de cobre, un subproducto del proceso de fundición de concentrado de cobre.
Es que la iniciativa forma parte de los seis proyectos piloto de la Estrategia de Reconversión y Reutilización Sustentable de la Escoria que desde el cierre de la Fundición, está impulsando con más fuerza Codelco División Ventanas. A través de este plan, la estatal busca generar oportunidades de economía circular, con la transformación y uso de este material.
El gerente general de la empresa, Ricardo Weishaupt, quien vivió gran parte de su infancia y juventud en Quintero, manifestó su alegría de poder devolver a la comunidad un espacio público que estaba en desuso y donde se podrá volver a cultivar la vida de barrio. Respecto del uso de escoria de cobre, Weishaupt subrayó que “con estos proyectos estamos demostrando, en la práctica y con respaldo técnico, que el silicato de hierro puede ser parte de soluciones sustentables que beneficien a la comunidad. El desafío es seguir consolidando esta experiencia para que se abra paso en el marco regulatorio del país”.
El ejecutivo de Codelco también destacó el trabajo que de manera conjunta han realizado las autoridades regionales, la industria y la Academia, para impulsar un cambio en la normativa, que permita que el producto deje de ser considerado un “residuo” y sea reconocido como un “subproducto”.
Mesa Intersectorial de la Escoria
Estos esfuerzos han reunido a distintos actores públicos - privados en la Mesa Intersectorial para la Reutilización de la Escoria de Cobre. Liderada por el Ministerio de Minería a través de su seremía regional, esta instancia ha impulsado pilotos y estudios como el desarrollado por el Centro de Minería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, los que han demostrado la inocuidad y estabilidad del producto.
Para Suina Chahuán, subsecretaria de Minería, esta industria “debe estar al servicio de las comunidades donde ésta se desarrolla. Para que esto sea posible se requiere un trabajo colaborativo que combine capacidades, conocimientos y objetivos diversos para generar resultados concretos y beneficios que sean compartidos, tal como ha ocurrido acá”.
Chahuán también destacó que “en este caso podemos ver cómo la academia respalda con ciencia las buenas ideas; cómo las empresas vinculan sus procesos con la sociedad civil y apoyan también el desarrollo de actividades y emprendimientos locales; y como la comunidad participa activamente en la definición de lo que va a mejorar su calidad de vida. Me alegra mucho que la Junta de Vecinos haya tenido un papel fundamental en lo que estamos viendo el día de hoy”.
La nueva plazuela Félix Sanfuentes se inauguró en una hermosa ceremonia, que incluyó una plantación comunitaria con niños y niñas, un esquinazo de cueca de los propios vecinos y que el corte de cinta lo realizaran los niños del sector. En su intervención, el alcalde de Quintero, Rolando Silva, destacó el doble propósito de este proyecto, el cual por una parte demuestra la inocuidad y versatilidad del silicato de hierro, y por otra permitió restituir este espacio público. “Una plaza simboliza la recuperación de un lugar de encuentro para la comunidad. Esto es para la juventud, para los niños y para los adultos mayores, para quienes estamos mejorando su calidad de vida”.