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Carolina Céspedes, operadora Planta de Tratamiento de Escoria: “Trabajar en una empresa que aporta toda su producción al país es un privilegio”

Hasta hace un par de años, Carolina Céspedes (32) pasaba regularmente por el Control Maitenes, la puerta de entrada al área alta de la División El Teniente, y sentía curiosidad por cómo era el mundo minero emplazado en la montaña.

Hasta hace un par de años, Carolina Céspedes (32) pasaba regularmente por el Control Maitenes, la puerta de entrada al área alta de la División El Teniente, y sentía curiosidad por cómo era el mundo minero emplazado en la montaña. 

“Como soy de Coya siempre paso por allí y me preguntaba qué había detrás de esa barrera. Mi pareja me decía mira, esas luces allá arriba son de Colón Alto, esas de acá de Caletones y yo decía ´qué me está hablando´. Pero siempre tuve esa intriga, hasta que un día logré llegar acá y es impresionante”, comenta Céspedes, quien hoy se desempeña como operadora en la Planta de Tratamiento de Escoria (PTE). 

Y es que el cambio en su vida fue radical.

¿Cómo llegaste a la División?

Un día vi una publicación en internet que decía que estaban reclutando mujeres para el programa de Aprendices. Yo era dueña de casa, cuidaba a mi hijo y nunca había trabajado. Postulé, me llamaron, hicieron entrevistas, aprobé los cursos, exámenes y gracias a Dios quedé. Jamás pensé que iba a trabajar en la mina, nunca se me pasó por la cabeza.

¿Cómo fue tu paso por el programa de Aprendices?

Viví feliz el proceso. Me costó bastante, pero cuando fui superando las etapas y vi que sí se podía, estaba feliz. Además, cuento con el apoyo del equipo, que siempre está dispuesto a enseñarme y decirme de qué forma se hacen las cosas.

¿De qué se trata tu trabajo? 

El primer trabajo que uno realiza es cuidarse y también cuidar al resto, a la persona que está al lado tuyo. Nosotros llegamos en la mañana y se hace la charla de seguridad, se revisan las condiciones en que está la planta y se sale a terreno, recorremos e inspeccionamos los equipos.

En la sala de control las pantallas muestran qué está fallando, entonces si se cae un filtro en el área de flotación, por ejemplo, el operador experto avisa por radio y quien esté en esa área va al lugar, ve por qué falló, cómo sacarlo y en caso de alguna falla grande, llamamos a un eléctrico o un mantenedor. Acá la comunicación es muy importante.

En esas inspecciones, cuenta Céspedes, se cercioran que los equipos no tengan filtraciones y del correcto funcionamiento de válvulas y maquinaria en general, ya que en la PTE concentran distintos procesos que van desde la flotación y el chancado hasta la molienda. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Me encanta el letrero que está en la entrada, en Maitenes, que dice ‘Damos todo por Chile’. Me fascina. Refleja todo el sacrificio y el esfuerzo que hay detrás. Trabajar en una empresa que aporta toda su producción al país es un privilegio. 

¿Qué ha aportado la División a tu vida?

Me ha aportado en todo ámbito. Antes era dueña de casa y no tenía ingresos, por ejemplo. Aquí tengo estabilidad y he aprendido mucho, para mí fue un desafío muy grande. Un día me paré y dije ‘¿qué estoy haciendo acá?’ y quise irme, pero mis compañeros me dijeron mira hasta dónde has llegado. Y me di cuenta que era el miedo a lo desconocido. Y aquí estoy, con ganas de seguir aprendiendo porque todos los días se aprende algo nuevo y el equipo es maravilloso, todos apoyan, todos están pendientes.