Niños de San Vicente construyen plaza con elementos reciclables

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Niños de San Vicente construyen plaza con elementos reciclables

El espacio fue levantado con la técnica de la bioconstrucción y forma parte de los proyectos impulsados por la mesa de trabajo de Codelco Andina, el municipio de Calle Larga y la comunidad del sector.

 

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Estudiantes de la escuela Cristo Redentor en su nueva plaza de juegos

 

Los niños de la escuela Cristo Redentor, comuna de Calle Larga, corren felices por un espacio lleno de energía y colores: su nueva plaza de juegos. El lugar fue levantado en forma colaborativa por los propios alumnos, sus apoderados y profesores, utilizando la técnica de la bioconstrucción, como parte de un proyecto impulsado por la mesa de trabajo entre los vecinos del sector de San Vicente, el municipio de Calle Larga y Codelco Andina.

 La iniciativa, según destaca la directora (s) del establecimiento, Soraya Prado, permitió fomentar una cultura sustentable en los niños y sus padres. Esta misma institución había sido parte el año pasado del proyecto del Fondo de Inversión Social de Codelco, Ruta de Escuelas Sustentables, con el cual los niños aprendieron la técnica de la lombricultura, y participaron en talleres de reciclaje, energías renovables y huertos.

 "La idea de trabajar con elementos de desecho surgió para que los niños se empoderaran, ellos fueron parte de esto, se embarraran... para los niños esto es un parque, su espacio. En el proyecto se utilizaron todas las áreas y tampoco hubo necesidad de eliminar árboles, todo fue en pos de la construcción. El fin del proyecto es que sea sustentable", cuenta la docente.

 El área donde hoy se emplaza una plaza llena de colores y formas diversas estaba sucia, llena de piedras y con bancas en malas condiciones hace algunos meses. La plaza y sus imponentes figuras fueron levantadas gracias a bioconstrucción, una técnica de edificación que embolsa el adobe con elementos de desecho y orgánicos para ir construyendo diseños circulares o poco comunes a las de las plazas tradicionales.

 "Nos costó mucho hacer este proyecto. Queríamos que fuera algo natural y que los niños tuvieran un espacio donde jugar. Este proyecto es algo hermoso, que cualquier colegio quisiera... esto tiene un simbolismo para nosotros porque trabajó toda la comunidad. Es importante que Codelco apoye estos proyectos", destaca Consuelo Olea, presidenta del Centro General de Padres del establecimiento, entidad perteneciente a la mesa de trabajo en la localidad.

 Alumnos se apoderan de su espacio

 Hace algunas semanas, la comunidad escolar de la escuela Cristo Redentor celebró en la plaza de juegos el año nuevo mapuche. Allí, un lonco bendijo el lugar y los niños ofrendaron los árboles y la tierra a la pachamama. "Este es un lugar con mucha energía y que tiene la luz de los niños, porque ellos ayudaron a construirlo", reflexiona Soraya Prado.

 Cada recreo, los 150  niños del lugar más otros tantos pertenecientes al jardín Integra del sector, juegan en el colorido espacio. "Tenemos que cuidar este lugar y todo el eco ambiente. Los árboles nos dan más oxígeno para vivir", dice Dafne González, alumna de séptimo básico. "Es divertido aprender a cuidar el medioambiente", agrega su compañero Mirko Muñoz.

 Para Lucas Martínez, de tercero básico, la experiencia como eco constructor fue muy positiva. "Ayudé a llenar los baldes con arena, aprendí cómo hacer las bancas, la consistencia… Es un poco difícil aprender para los niños de segundo y primero, pero no para los de tercero. Si no cuidamos el medioambiente, no existiría la vida en la tierra".