Riqueza andina en miniatura

Inicio Arrow Arrow Riqueza andina en miniatura

Riqueza andina en miniatura

La muestra Yacimiento Río Blanco da cuenta del rol estratégico que cumple la geología en las operaciones de la División.

Hace cien años, las mayores reservas de cobre conocidas en el mundo reposaban anónimas a cientos de metros bajo tierra. En la superficie, los únicos vestigios de actividad humana eran los rastros de los arrieros y sus animales, que atravesaban el cajón del Río Blanco de norte a sur en una caminata vital e interminable.

Recién en 1920, las primeras exploraciones geológicas entregaban pistas de la riqueza de la cordillera y la existencia de yacimientos de cobre ubicados a más de 3 mil metros de altitud. Una tarea emprendida a caballo por los primeros geólogos que desafiaron la composición rocosa del cajón para buscar minerales.

 Hoy, la riqueza yacimiento Río Blanco se traduce en la producción de 230 mil toneladas de cobre fino al año, sumado a otros subproductos como el molibdeno. Parte de esa gama de minerales y rocas extraídas de la cordillera da forma a la muestra (elaborada por la Superintendencia de Geología de la Gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo de Andina) y que se exhibe en el salón de los valores del edificio institucional de Los Andes.

“En estas vitrinas se encontrarán con un poco de la historia del yacimiento, la importancia que tiene el cobre y el molibdeno, que son nuestros productos de venta y conocer las rocas que alojan a los minerales que contienen a estos elementos”, resumió la geóloga Silvana Herrera. “Las personas que visiten la muestra podrán comprender la importancia del reconocimiento geológico y de las exploraciones mineras”, agregó Michel Galeb, superintendente de Geología.

La exhibición contiene rocas y minerales de las minas subterránea y rajo, como calcopirita, molibdenita, bornita y calcosina, además de elementos como brújulas y martillos, utilizados por los geólogos en sus tareas diarias. La muestra estará abierta en forma indefinida, disponible para todos quienes deseen recorrer esta centenaria historia, iniciada con las primeras exploraciones del alemán Julius Kuntz en 1920.