En el nombre del hijo

Inicio Arrow Operaciones Arrow El Teniente Arrow Noticias Arrow En el nombre del hijo

En el nombre del hijo

La muerte de Cristóbal remeció a su padre Marcos Moreno, trabajador tenientino y su familia. El dolor lo transformaron en esperanza con la creación de un colegio en Coinco que lleva el nombre del muchacho.

 

Imagen foto_00000001
Los más chicos del colegio Cima recitanon un poema de Gabriela Mistral.


El 29 de septiembre de 2011 la vida de Marcos Moreno, inspector de servicios Mina en la Superintendencia de Servicios a la Minería, cambió radicalmente. Fue un giro inesperado. Brusco y doloroso. A la bajada de la micro, Cristóbal, su hijo, alumno de segundo medio del Instituto O'Higgins, fue atropellado. Pocos días después, murió en el hospital Fusat.

Tres semanas antes, la pena se tomó la vida de otro padre. Esta vez fue Hugo Díaz, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Galia, su hija y funcionaria del Consejo de la Cultura, se subió a un avión de la Fuerza Aérea para llevar libros a Juan Fernández. El vuelo nunca llegó a destino. El Casa C 212 -que también llevaba a un grupo de profesionales de TVN- cayó en el mar. No hubo sobrevivientes.

Cuatro años después, el sábado 1 de agosto de 2015, ambos padres se reunieron en un acto de profunda solidaridad que ayudará a prolongar el recuerdo de los hijos perdidos.

Hugo llega al sector de El Cajón, en Coinco. Lleva decenas de libros y películas para inaugurar una biblioteca en el Colegio Cima (acróstico de Cristóbal Ignacio Moreno Aravena), una escuela que la familia Moreno Aravena construyó como aporte a la comunidad y en homenaje a Cristóbal.

"Mi hija llevaba libros a Juan Fernández. Por eso, como familia y junto con mis colegas, nos pusimos como propósito crear una fundación y proyectar el ideario de justicia y equidad del acceso a la cultura a poblaciones carentes de nuestro país", cuenta Díaz.

"Esto nace del dolor", dicen ambos cuando cortan la cinta que inauguran el rincón que ya reúne casi 200 títulos. "Estuvimos dos años sumidos en la tristeza y llegó el momento en el que dejamos de pensar el por qué. Y dijimos para qué. Ahí comenzamos a construir esto, como una escuelita, como un jardín infantil para temporeras".

El año pasado partieron con apenas una decena de alumnos. Actualmente son 89 estudiantes. Todo ha sido a pulso. El bono que recibió Marcos tras la negociación colectiva y la venta de un terreno permitieron comenzar a construir el colegio. "Además hay mucha gente que nos ha apoyado. Hasta de Concepción nos han mandado pintura. Esta es una obra que ha sumado el compromiso de mucha gente", cuenta Marcos Moreno.

Respira hondo. Se emociona y recuerda a sus colegas. "Mis compañeros de El Teniente han sido un puntal fundamental en mi diario vivir después de la partida de Cristóbal. Siempre he sentido el apoyo de ellos y de la jefatura. La partida de un hijo te lleva a caerte, pero gracias a mis compañeros y al trabajo que hago he podido salir adelante".

Los más chicos del colegio recitan un poema de Gabriela Mistral. Luisa Aravena, madre de Cristóbal y esposa de Marcos, se siente orgullosa. "Es una gran emoción ver llegar a los niños con tanta alegría y ganas de estar acá", dice. "Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan, se hunde volando en el cielo y no baja hasta mi estera; en el alero hace el nido y mis manos no la peinan. Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan", declaman los alumnos de primero y segundo básico. Luisa los mira y comenta desde el alma y el corazón: "Este es un proyecto de amor".

Convenio con Instituto O'Higgins

En poco más de un año de funcionamiento, el Colegio Cima ha ido creciendo para orgullo de Marcos Moreno, Luisa Aravena y su familia. El lunes 8 de junio, por ejemplo, ellos junto a la directora Andrea Gavia y el rector del Instituto O'Higgins firmaron un convenio de cooperación a través del cual las dos instituciones sellaron compromisos académicos, valóricos y de apoyo mutuo.

"Compartir con ustedes la experiencia que tenemos, los conocimientos en las áreas pedagógica y curricular, en el aula, en los que se juega la educación. También en todas las otras disciplinas, en el arte y en la gestión. Compartir con ustedes aquellos dones que tenemos desde los educadores hasta la infraestructura y lo que hemos ido construyendo a través de estos años. ¿Para qué? Para que estos niños y jóvenes tengan la mejor calidad de educación posible", dijo el rector Díaz.

Fundación Galia Díaz Riffo

La Fundación Galia Díaz Riffo es una entidad sin fines de lucro, destinada al apoyo y desarrollo de acciones que impulsen incentiven a actividades de todas las expresiones de la cultura, en comunidades alejadas de grandes ciudades, con carencias y requerimientos especiales en el ámbito cultural.

Entre sus objetivos está gestionar la creación y mantención de bibliotecas infantiles, en pleno acuerdo con las comunidades; organizar y ofrecer apoyo pedagógico a estudiantes y profesores, según sus propios requerimientos y formar monitores en salud.