Ejecutivos, supervisores, paritaristas y trabajadores participaron en la homilía que se realizó en el chancador de Dacita.

En medio de la majestuosidad de la nueva sala de Chancado de Dacita, de altura comparable a la Catedral de Santiago, se realizó en el corazón de la mina El Teniente la misa para honrar a San Lorenzo y celebrar el Día del Minero.

Alrededor de 200 invitados, entre ejecutivos, supervisores, representantes de los comités paritarios y trabajadores, escucharon la homilía del sacerdote Jorge Vásquez, que realizó la liturgia por cuarto año consecutivo. “Ustedes están llamados a construir un mundo y un país mejor”,  fue el llamado del religioso, que les recordó a los asistentes que “el señor les da fortaleza para realizar su trabajo”.

En la ceremonia, Nicolás Rivera, gerente de Minas de El Teniente, recordó que los 110 años de la mina es la historia misma de la Gran Minería de Chile y que “debemos honrarla  y renovar nuestros compromisos. En estos tiempos, el país requiere cosas distintas y, respondiendo al lema del orgullo de todos,  como Corporación estamos llamados a ser el reflejo y la respuesta de lo que necesita actualmente Chile”, planteó.

Mauricio Larraín, gerente General de Codelco División El Teniente, destacó la celebración del día del minero y llamó a todos los tenientinos a comprometerse con los retos actuales.  “Debemos hacer una minería  segura, virtuosa, que aporta valor al entorno, inclusiva y sustentable. En ese proceso tenemos una responsabilidad muy importante”, dijo.

Al final de la misa, el sacerdote Vásquez bendijo las nuevas instalaciones de Dacita y junto con los invitados fueron testigos  de la descarga de mineral en el chancador. “El trabajo que se ha hecho acá es difícil, pero este lugar que nos convoca representa el futuro. Representa la riqueza que va a ser extraída y la riqueza que ha significado seguir construyendo. ¡Feliz día del minero y minera!”, manifestó el gerente General.

Datos de una obra monumental

• El  trabajo significó la excavación de 16.782 metros cúbicos (m3) de material -equivalente a unas 50.000 toneladas-, comparables al volumen de 7 piscinas olímpicas.

• Las cuatro naves (descarga de camiones;  chancador; de servicios y tolva) alcanzan, en total, los 56 metros de altura. Algo así como un edificio de 15 pisos o la catedral de Santiago.

• Es la sala de chancado más grande del país y una de las más grandes del mundo. Uno de los méritos de quienes la construyeron fue que en el proceso no hubo accidentes que lamentar y las obras se realizaron en el plazo comprometido.