La mayoría de los proyectos que fueron ejecutados estuvieron ligados al desarrollo personal de niños y jóvenes de las diferentes comunidades cercanas a nuestras divisiones. Este fue el caso de la Central de reciclaje Gran Esperanza, iniciativa impulsada por la División Andina, que buscó promover la integración social y laboral de jóvenes con necesidades educativas especiales en la comuna de Los Andes.
Para Rosa López, coordinadora comunal del programa Integración Los Andes, lo fundamental es que "todos los jóvenes que están en el centro de reciclaje han sido beneficiados enormemente, ya que la mayoría tenía la autoestima muy baja, no se sentían parte de un grupo y ahora cumplen una función dentro de esta sociedad que antes no tenían en su diario vivir".
Dos avances importantes que consiguió la central gracias a la adjudicación del FIS, fue la obtención de un vehículo para transportar y recolectar los distintos tipos de materiales de las empresas y la construcción de un sanitario.
En este minuto la Central de reciclaje acoge a 12 jóvenes de la comuna de Los Andes. Sin embargo, Rosa López espera que en un futuro el proyecto "nos permita acoger a más jóvenes, no sólo que salgan de las escuelas especiales de la comuna sino que también a todos esos jóvenes que están en sus casas esperando una oportunidad".
Respecto al trabajo que la División Andina ha realizado con las diferentes organizaciones involucradas, Rosa López se siente muy agradecida y afirma que "independiente del proyecto FIS, ellos siempre han estado con nosotros. Hay muchas personas ligadas a nuestro Centro de Reciclaje y esperamos contar con ellos por siempre" concluyó.
Un poco más al sur, en la comuna de Rancagua, la División El Teniente y Fundación Casa de la Paz, desarrollaron el proyecto "Entorno Eficiente" en cuatro establecimientos educacionales que son parte del Sistema Nacional de Certificación Ambiental (SNCAE). Uno de ellos fue el Jardín infantil Campanita que atiende a niños de entre 3 y 4 años de edad.
La idea central del proyecto consistió en sensibilizar a la comunidad escolar respecto de la utilización de la energía, a través de las buenas prácticas ambientales por medio de herramientas que generen una aceptación, uso y mantención de aparatos construidos a partir de materiales de reutilización.
En ese sentido es que Lilian Jiménez, directora del jardín infantil, planteó la importancia de "sensibilizar a la comunidad educativa, tanto como el personal, el equipo de gestión, la familia y los niños en lo que es el consumo de energía y favorecer la energía solar". Para conseguir esto "se trabajó a través de diferente aparatos que se construyeron con las familias como ollas brujas, un deshidratador solar y un colector solar para que los niños vieran como el sol podía calentar el agua", agregó.
Específicamente, los aporte adjudicados por el FIS se utilizaron en la compra de materiales, en el desarrollo de talleres para las familias y el personal del establecimientos y en la construcción de artefactos.
Para la directora del establecimiento, el Fondo de Inversión Social "fue muy importante para el desarrollo personal y educativo de los niños, porque ellos se dieron cuenta que haciendo un buen uso de la energía estamos favoreciendo el planeta" destacó.